Todos conocemos a alguien que le ha dicho con certeza a una mujer que acaba de tener bebé: “yo sabía que ibas a tener una niña, yo lo intuía desde que te vi la pancita”? Aunque suena muy dulce, no existe un método científico para correlacionar la forma del cuerpo de una mujer embarazada con si su bebé será un varón o una niña.
A los seres humanos nos encanta tener la razón y nos apasiona la idea de tener una bola de cristal mágica que predice el futuro. Y aunque predecir el sexo de una bebé es un ejercicio inofensivo, nuestra obsesión por tener la razón puede tener consecuencias calamitosas para las personas que están a nuestro cargo.
Con personas a nuestro cargo me refiero a nuestros hijos, estudiantes, coachees y colaboradores. Es importante reconocer la responsabilidad que cae en nuestras manos cuando lideramos, y tratar de hacerlo con integridad, generosidad y espíritu de servicio. Para hacerlo, sugiero que nos preparemos y aprendamos entre otras cosas, del efecto Pigmalión
Antes de leer sobre el mito de Pigmalión, piensa lo siguiente:
Cuando eres padre, ¿es más importante que tengas la razón o que tu hija desarrolle todo su potencial?
Cuando eres profesora, ¿es más importante que tus estudiantes te admiren por lo que sabes o que encuentren ellas y ellos su propia voz?
Cuando eres líder, ¿es más importante mostrar poder sobre tus colaboradores o que tomen buenas decisiones de manera independiente?
¿Qué es el efecto Pigmalión?
Pigmalión fue rey de Chipre. Además de sabio y bondadoso, era un talentoso artista. Durante mucho tiempo estuvo buscando a una mujer ideal para casarse con ella. Al no encontrarla, se frustró y decidió dedicarse a la escultura.
Durante años trabajó en su obra maestra: Galatea. Sobre un bloque de mármol cinceló a la mujer más bella que pudo concebir, y mientras le daba forma imaginaba que era una mujer inteligente, virtuosa y talentosa.
Pigmalión creó a la mujer perfecta que tanto buscó y se enamoró de ella.
Afrodita, la diosa del amor, quedó conmovida por la dedicación, entrega e ilusión con que trabajó el rey. Así que decidió darle vida a la estatua, y la convirtió en la persona que su creador imaginó.
Supongamos que existe una persona llamada Luis que tiene algunos prejuicios inconscientes y errados: ha pensado por muchos años que las mujeres no son hábiles en matemáticas.
Si Luis tiene una hija - llamémosla Sofía - aunque él haga su mejor esfuerzo porque ella desarrolle su potencial, inevitablemente pensará que Sofía no tiene mente matemática, así que desde pequeña la incentivará a las artes, a las humanidades y a los deportes.
Cuando se equivoque en cálculos en la primaria, pensará sin maldad: “es normal, ella no es hábil en matemáticas porque es mujer”.
Así que decidirá no animarla a corregir sus confusiones ni retarla con más práctica. Cuando Sofía esté en la secundaria, va a tener menos práctica en matemáticas que varios de sus compañeros por lo que continuará su bajo desempeño y asociada frustración, y antes de la universidad optará por estudiar algo no relacionado con las ciencias exactas.
Luis seguirá perpetuando su concepción errada del mundo pues su hija corroboró lo que él siempre “supo”. Y sin embargo, la falta de talento de Sofía se debió a falta de práctica y no a una predisposición física por ser mujer.
Luis terminará diciendo: “Yo siempre lo supe, yo tenía razón”. Tal como Pigmalión hizo con Galatea, Sofía terminó siendo la mujer que Luis esculpió. El padre, en su inconsciencia, optó por tener la razón sobre maximizar el desarrollo de su hija.
El efecto Pigmalión no es una ley escrita en piedra (sí, el juego de palabras es deliberado) porque los hijos, estudiantes y colaboradores pueden convertirse en quien ellos quieran con la mentalidad correcta. Sin embargo, el efecto Pigmalión es un riesgo que corremos los padres al educar a nuestros hijos, y es similar al que los jefes o gerentes corren al liderar a sus colaboradores sin el entrenamiento adecuado.
¿Cómo ven los líderes el mundo?
En 1960. Douglas McGregor desarrolló la conexión entre las visiones del mundo de los gerentes y sus estilos de liderazgo. Veamos dos ejemplos:
Un gerente que cree que los colaboradores son holgazanes, detestan trabajar y evaden las responsabilidades (llamada la Teoría X), tenderá a tratarlos con desconfianza y hacerles microgerencia, lo que perpetuará que las personas no puedan desarrollarse ni quieran ir a trabajar. Al final del día, este gerente tendrá razón.
Una gerente que cree que los colaboradores aman el trabajo, les gusta aprender cosas nuevas y desarrollarse por sí mismos (llamada la Teoría Y), tenderá a ser más democrática y participativa en su estilo de gerencia; esto a su vez perpetuará que las personas sean cada vez más hábiles y dignas de confianza. Al final del día, esta gerente también tendrá razón.
En ambos casos, los gerentes tuvieron razón, esculpieron a sus colaboradores como ellos veían el mundo y por lo tanto, se convirtió en una profecía autocumplida.
Y tú, ¿conoces a algún o alguna líder que piensa que los trabajadores de su equipo son dignos de confianza?, ¿cómo se comportan sus colaboradores? ¿Qué te pareció el mito de Pigmalión y sus implicaciones en nuestra vida moderna?
Visita mi curso de Platzi, Liderazgo: Teorías de comportamiento para que veamos éste y otros temas fascinantes sobre el liderazgo. Además, como eres una persona curiosa y con gran capacidad, te entrenarás para convertirte en esa o ese líder que tu organización necesita. Comparte tu certificado en redes sociales y etiqueta a Platzi.
_“Trata a un hombre tal como es, y seguirá siendo lo que es; trátalo como puede y debe ser y se convertirá en lo que puede y debe ser”. _
Tratémonos como lo que deseamos ser, apliquemos la profecía autocumplida en nosotros mismos! Tratémonos con amor y confianza 🤗
"Trátate a ti mismo como tratarías a una persona que quieres"
Me lo dijeron una vez y me acompaña desde entonces. Hermosa la cita de Goethe 🤗
sin duda eso tiene mucha razon
Excelente articulo. Justamente he vivido ambos escenarios cono gerenetes. En el primer caso aguante unos meses que nos estuvieran tratando como si no quisieramos trabajar, todo era para problemas… hasta que decidi irme porque sentia que esa empresa no me dejaria crecer.
En la siguiente empresa tuve un lider tan descomplicado y que confiaba en nosotros tanto que el trabajo no se sentia pesado, los desarrollos saliana rapido, todos a tiempo siempre, el ambiente era agradable y el crecimiento en cuanto arquitectura y lenguajes de programacion fue extremo.
Tienes toda la razón
Genial lectura. Me ha hecho reflexionar mucho no solo sobre cómo doy clase, si no cómo enfoco mi propio proceso de estudio.
Acababa de estudiar este concepto y este post reafirmo mi percepción de la idea! Excelente!!
Me ha gustado el artículo, no conocía el mito de Pigmalión.
Pero ¿porqué será tan determinante en nuestro comportamiento, la imagen que otra persona se ha hecho de nosotros? O es que por la relación de poder (o jerarquía) que la otra persona tiene, ejerce determinada influencia sobre nuestra conducta.
En la vida podemos estar en simultáneo ejerciendo influencia sobre la familia como la profecía con nuestros hijos y en el ámbito laboral, dependiendo de la posición podemos generar o sufrir el efecto pigmalión.
Hola Xiomara, pienso que es determinante el entorno en el que nos desarrollamos y ello incluye a quienes nos rodean, principalmente nuestros padres. Y esto es tan determinante porque como niños creemos ciegamente lo que nuestros padres piensan, adoptamos sus creencias y los imitamos a través de su ejemplo. Nosotros durante un buen tiempo somos su espejo.
Y si, en la vida podemos estar de ambos lados del efecto Pigmalión, pero también podemos aplicar este experimento con nosotros mismos.
excelente articulo sin duda tomare el curso
Que gran curso espero iniciar pronto porque siempre estoy dispuesto a aprender con Platzi
si broder
Pero que forma tan curiosa de ver el mundo, me exploto la cabeza. Yo siempre he confiado y creído profundamente en mis equipos de trabajo, nunca me han fallado y muchas veces terminan agradecidos conmigo pues ellos sienten que han tenido un desarrollo personal.
Yo veo a las personas como individuos que lo único que requieren es comodidad, confianza y seguridad para hacer su trabajo, ya que yo mismo me veo de esa forma.
Muy buen articulo para reflexionar respecto de las prácticas que asumimos ya sea que estemos liderando un equipo o que de otro lado, hagamos parte de un equipo de trabajo.
Me sentí identificado.
No eres el único.
Excelente artículo, muchas gracias por compartirlo.
El secreto