En mis últimos dos trabajos tuve la oportunidad de observar atónito cómo los equipos de comunicación y marketing usaban grupos de WhatsApp con fines profesionales. Sí, esos grupos que cada día nos estorban más y de los cuales ya ni siquiera queremos formar parte. Quizás esta práctica hubiese resultado entendible hace 8 o 10 años atrás, cuando aún no se consolidaban mejores herramientas para la comunicación corporativa; no obstante, los casos mencionados son de los últimos dos años.
Hoy en día existen herramientas cuyo foco principal es mejorar, optimizar y centralizar la comunicación entre los miembros de una empresa, equipo o proyecto. Hace diez años tuvo algún éxito Yammer, quizás impulsado por el nacimiento y posterior auge de Twitter, hasta que fue adquirido por Microsoft. Otras empresas usaban Microsoft Communicator, que después pasó a llamarse Lync y finalmente se integró con Skype Empresarial, buscando también centralizar las comunicaciones de las empresas.
Slack es quizás la herramienta que consolida de forma definitiva las comunicaciones internas corporativas. Su interfaz amistosa, sencilla y a la vez poderosa la convierten en la solución ideal para eliminar el ruido presente en los grupos de WhatsApp (llámese memes, chistes, cadenas y otras formas de procrastinación), así como la falta de funcionalidades avanzadas de otras herramientas.
En Slack coexisten de manera fluida y armoniosa las comunicaciones, mensajes y archivos adjuntos del día a día en cualquier oficina, mezclados inteligentemente con algo de… ¡distensión! Para eso se vale de los canales, que son el símil de las antiguas “salas de chat”, en donde todo se agrupa por temáticas particulares, evitando así molestar o distraer a profesionales que no están ligados a un tema específico.
Pero Slack es mucho más que canales. Tiene un motor de búsqueda muy poderoso a través del cual encuentras rápidamente mensajes, archivos y hasta colegas de tu empresa, sea cual sea su tamaño, a quienes puedes contactar a través de llamadas de audio o videoconferencias. Por otra parte te permite gestionar las notificaciones de manera muy personalizada y con un sinfín de opciones para que tengas todo el control sobre las eventuales distracciones.
Por si fuera poco, apenas la instalas recibes la bienvenida de un buen amigo, un bot llamado Slackbot que funciona con base en inteligencia artificial y al cual puedes recurrir si tienes alguna consulta. No es perfecto aún pero ha ido mejorando con el pasar del tiempo y se espera que su utilidad se desarrolle rápidamente en esta era de chatbots.

Al igual que la gran mayoría de las aplicaciones de mensajería instantánea, que son relativamente nuevas, Slack puede ser utilizado dentro del navegador de tu preferencia así como también tiene una versión descargable para computadores y, por supuesto, está disponible en forma de aplicación móvil tanto para Android como para iOS.
Y por último, la mejor parte es que Slack puede crecer mucho más una vez que vas integrando otras herramientas de la más diversa índole para dotarlo de nuevas y prácticas funcionalidades. Por ejemplo, gracias a su API, puedes integrar fácilmente y en pocos clics servicios como Trello, herramientas de Google Suite, Asana, Zendesk, Giphy, Twitter, Zapier, IFTTT, Cisco Webex Meetings y muchas más que forman parte del directorio de aplicaciones.
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