Emprender es un camino con grandes obstáculos. Al ver que haces algo diferente, muchos te dirán: ¿y si te sale mal? pero la pregunta es: ¿y si te sale bien? Como emprendedores cuando queremos iniciar una nueva startup o quizá darle una propuesta de valor a alguna idea existente, nos preguntamos ¿qué debo hacer?, ¿cómo lo hago?, ¿para quién lo hago?, ¿por qué lo hago? Y no es nada fácil poder ordenar todas las respuestas.
Algunas personas piensan tener una buena idea, una idea perfecta. Sin embargo, muchos ni siquiera se han tomado el tiempo de validarla con un grupo de personas con necesidades y gustos distintos a los propios. En 2010 Alex Osterwalder diseñó el Business Model Canvas: un formato que visualiza el modelo de negocio en una sola hoja con 9 divisiones. Este método resulta en un documento que ofrece una visión global detallada de la idea de negocio, mostrando claramente las interconexiones entre los diferentes elementos. Estas 9 divisiones ayudan a separar todo el flujo de trabajo de la idea que tenemos en mente. Poco a poco vamos a ir estructurándola y dándole sentido. Para tener éxito al desarrollar este modelo para una idea propia, lo primero es conocer y tener un concepto detallado de lo que significa cada sección:
Se refiere a los grupos de personas a los que se quiere ofrecer el producto o servicio. Son la base del negocio, así que es ideal conocerlos muy bien. Para entenderlos es importante recordar que, en algunos casos, un cliente es quien paga y un usuario es aquel que sólo consume el producto o utiliza el servicio. Un ejemplo práctico sería el de un niño al que su padre le regala un videojuego: el papá es el cliente y el niño es el usuario final.
Se trata del pain statement que solucionamos para el cliente y cómo le damos respuesta con el producto y/o servicio. La iniciativa debe sobresalir en el mercado, nos debe hacer notar. Este es el valor agregado que nos llevaría al éxito.
Se centra en determinar cómo comunicar, alcanzar y entregar la propuesta de valor a los clientes. Estamos en siglo XXI y podemos utilizar el internet para este propósito a través de un sitio web, redes sociales, mailing, centro comercial, etc.
Es uno de los aspectos más críticos en el éxito del modelo de negocio y uno de los más complejos de hacer tangible. Se pueden establecer diferentes tipos de relaciones, dependiendo del segmento o tipo de cliente. Las relaciones humanas son sumamente importantes. Un ejemplo práctico: redes sociales.
Representa la forma en la que se generan los ingresos por cada cliente. La obtención de ingresos puede ser directa o indirecta, en un sólo pago o recurrente. Debemos analizar muy bien y preguntarnos por qué pagaría el cliente por este producto o servicio y cuál sería su método de pago. En algunos casos se puede utilizar el modelo de pago fremium, que consiste en ofrecer el servicio de manera gratuita (o con uso limitado) por un tiempo. Para, después, ofrecer una mejor experiencia con la condición de pago.
Los recursos más importantes, necesarios para el funcionamiento del negocio. Se clasifican por tipo, cantidad e intensidad. Debemos saber qué vamos a necesitar para llevar a cabo el proyecto. Esto incluye la mano de obra: es importante buscar a las personas adecuadas con el perfil indicado.
Para entregar la propuesta de valor se deben desarrollar una serie de actividades clave internas como:
Se definen las alianzas necesarias para ejecutar el modelo de negocio con garantías. Estas deben complementar las capacidades y optimizar la propuesta de valor: la co-creación es imprescindible hoy en día en los negocios. Una buena idea requiere de una inversión y para ello podemos realizar alianzas con inversionistas o empresas capaces de aportar. En ocasiones, las alianzas no se hacen sólo por obtener un fin económico; sino que el proyecto puede generar beneficios para ambas partes.
Describe todos los costos necesarios al operar el modelo de negocio. Se trata de conocer y optimizar el capital para intentar diseñar un modelo de negocio sostenible, eficiente y escalable. Después de seguir este modelo, tendremos una idea de negocio bastante compacta que puede seguir desarrollándose todos los días. Una recomendación es imprimirlo y pegarlo en un lugar visible para que cada que surja una nueva idea, se pueda agregar en la sección que corresponda. Estas ideas pueden validarse en el mercado y desecharse o complementarse. Con el paso del tiempo, tendremos un proyecto completo que puede pasar a la etapa de elaboración o ejecución con plena garantía de que si trabajamos con dedicación, constancia y sacrificio se convertirá en un gran negocio, producto o servicio; innovador y sostenible.