Cuando nos hablan de aprender a través de la música, de inmediato reaccionamos pensando “claro, así es como aprendí/mejoré mi inglés!”, pero me gustaría contarte sobre cómo dedicando al menos una hora al día a estudiar música puede ayudarte a mejorar tu capacidad cognitiva, mejorando así, cualquier proceso de aprendizaje.
A continuación te comentaré unas cuantas formas en que la música puede ayudarnos a mejorar la capacidad cognitiva:
La práctica de un instrumento (o de la voz), además de ser muy motivante por el outcome que genera en el mediano plazo, resulta muy relajante y a la vez desafiante para el cerebro.
Esto se debe a que si bien, estamos aprendiendo y practicando algo que puede resultar complejo (sobre todo al comienzo), requiere de mucha concentración, lo cual permite desconectar el cerebro de todo lo que no sea el momento que vives mientras practicas, enseñándonos a estar presentes (conocido como Mindfulness), lo cual, entre otros beneficios, nos permite enfocarnos mejor en lo que estamos haciendo, cuando lo estamos haciendo.
La disciplina que implica la práctica musical nos lleva a construir un hábito de estudio constante que permite acostumbrar nuestra mente a absorber nuevo conocimiento de manera diaria, manteniéndola activa y abierta a recibir nueva información, además de generar una sensación de necesidad de aprender constantemente.
La práctica musical colectiva ayuda a que la mente y el cuerpo logren desarrollar la disociación, un fenómeno que se refiere al desconectarse de lo que sucede alrededor, pero que en música se refiere a la capacidad de poder, por ejemplo, cantar una melodía mientras se percute un ritmo distinto con las manos o poder mantenerte en tu propia línea de canto (sin afectar a tu afinación y la tonalidad de la canción) a pesar de escuchar las líneas de canto de otros.
Esto se relaciona con un nuevo nivel de concentración, por lo que es altamente recomendable. Una forma simple y entretenida de hacerlo es uniéndote a un coro.
Por último, la práctica colectiva además permite mejorar habilidades para el trabajo en equipo, debido a que no solo debes coordinarte con otros músicos para llevar la práctica a cabo, si no que deben lograr acoplarse y unificar lo que estén cantando o tocando.
En el caso particular de la práctica de un bajista con un percusionista (digamos baterista a modo de ejemplo), es esencial la coordinación, debido a que son instrumentos altamente complementarios y que pueden construir la gran base de cualquier canción.
Así que el acople entre estos dos, puede resultar en un fuerte entrenamiento del trabajo en equipo y de la empatía, ya que se van mezclando no solo los conocimientos técnicos de cada uno, sino también el sentir de la música que tienen como individuos y que deben unir en una gran melodía (les recuerdo Soul para los que la vieron, los que no, se las recomiendo).
Finalmente, para apoyar lo descrito anteriormente, me gustaría hacer alusión a un paper llamado “La música en la educación infantil” de María Ángeles Sarget Ros, una destacada profesora de Lenguaje Musical del Conservatorio Profesional de Música de Albacete, donde se explica de qué manera la música afecta directamente al desarrollo de una persona desde la niñez.
En su investigación, María Ángeles menciona que en el II Congreso de la UNESCO sobre Pedagogía Musical (Copenhague, 1958) se definieron las siguientes bases:
El canto es un medio excelente para el desarrollo de la capacidad lingüística del niño en sus vertientes: comprensiva y expresiva.
La práctica instrumental crea lazos afectivos y de cooperación que potencian la integración en el grupo.
La actividad rítmica vivida a través de estímulos sonoros favorece el desarrollo fisiológico y motriz, así como la memoria musical.
La educación musical, al desestimar la tensión y seriedad, actúa como relajamiento para el niño.
La educación musical contribuye al desarrollo de la estética y buen gusto.
Dicho todo esto, la recomendación es a incorporar la música en sus vidas, no importa la edad que tengan, siempre puede generar un impacto positivo en sus capacidades cognitivas, además de entregarles un espacio de relajo y distracción.
Es importante considerar además la inclusión de la música a temprana edad, ya que permite a los niños, no solo mejorar su capacidad de aprender en general, sino que les puede servir como canalizador de energía importante, que los ayude a gestionar mejor sus mentes activas, desarrollar la tolerancia a la frustración y su inteligencia emocional.
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La música y los tonos de llamada para teléfonos móviles son increíbles.