Juan Pablo Buriticá (@buritica) es el vicepresidente de ingeniería en Slice y nos acompañó en PlatziConf Bogotá con una charla acerca del liderazgo en equipos de ingeniería.
Juan Pablo lidera un equipo de 60 ingenieros y comienza con una anécdota donde una colega se le acercó diciéndole que quiere convertirse en gerente de ingeniería para hacer avanzar a su equipo mediante la autoridad. En ese momento Juan Pablo llevó la pregunta a sus seguidores en redes sociales: ¿qué tipo de cambio estás buscando? Recibió diversas respuestas.
La autoridad, más que el poder de tomar decisiones y hacerlas cumplir como una obligación, es el poder de influenciar a otras personas.
Al contratar ingenieros les damos autoridad sobre el dominio técnico. Pero esta autoridad no es estática, se puede modificar con la experiencia. Cuando más experto eres, más autoridad tienes sobre el tiempo de los demás y el propio.
Los modificadores de la autoridad varían de acuerdo a la empresa, organización, equipo y jefe. El alcance de tu influencia depende de cuánto confía tu equipo en ti. Cada vez que tomas decisiones se intercambia la confianza. Decisiones de la arquitectura requieren más confianza que las de implementación.
Cuando eres líder, no eres dueño de tu tiempo
Juan Pablo define los clousures de autoridad como el punto hasta el que llega tu labor como líder y aclara que no funcionan en el sentido contrario.
Todos tenemos la oportunidad de liderar, es un proceso que toma tiempo, esfuerzo, paciencia y principalmente confianza.
Volviendo a la anécdota inicial, no se trata de no convertirse en un líder, un “gerente” sino de motivarnos a tomar el camino de liderazgo desde nuestros roles. Sin importar cuáles sean esos roles.
Como ingenieros, tomar la iniciativa del liderazgo es una forma de obtener experiencia y confianza con menor riesgo. Eventualmente, podremos conseguir el cambio que queremos ver en nuestros equipos.
Necesitamos más y mejores gerentes de ingeniería.
Juan Pablo se despide con un mensaje contundente: sin importar lo mucho que lo intentes, en algún momento serás el peor jefe de alguien. Pero valdrá la pena cuando algún día te conviertas en el **mejor **jefe de alguién y aceptes que no lo puedes cambiar todo.
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