¿Síndrome del impostor? Suena patológicamente grave ¿verdad? Así que para no llenarte de pánico desde la introducción de este artículo, vamos a definir qué es el síndrome del impostor, cómo se siente y sobre todo, qué tan raros somos quienes lo padecemos.
¿Qué es el síndrome del impostor?
El síndrome del impostor, en palabras sencillas, es una condición en la que las personas no son capaces de asimilar sus logros o no se animan a hacer ciertas cosas por un fuerte miedo a que su “poca capacidad” sea “descubierta”.
Hay muchas emociones que puedes sentir e incluso podrías llegar a percibir cambios físicos en tu cuerpo cuando estás pasando por el famoso síndrome del impostor. Seguramente al mencionarlos, te darás cuenta que lo que estás leyendo casi que te define, porque gran parte de la población, presenta esta condición varias veces en su vida.
¿Por qué aparece el síndrome del impostor?
Ahora, ¿cómo es que llegamos a sentirnos impostores de nuestra propia realidad? Remontémonos un poco a la infancia. Entre los 0 y los 7 años (primera infancia) vivimos algo llamado “Improntas primarias”. Primeras experiencias que empiezan a llenar de significado el mundo que nos rodea. Aunque en el camino de la vida vamos recopilando nuevos momentos que modifican o reafirman las improntas primarias, en definitiva estas marcan fuertemente nuestro cerebro.
Dicho esto, las situaciones vividas en la infancia pueden ser un inicio importante para analizar esos momentos que hoy en la adultez, nos generan miedo, incomodidad o nos hacen sentir impostores.
Además de esto, el síndrome del impostor está ligado con la neofobia: el miedo a lo nuevo. Dar una conferencia en público por primera vez, mandar una cotización cuando siempre hacías tu trabajo gratis o empezar la vida laboral, pueden ser situaciones altamente estresantes para ti.

¿Cómo trabajar en ti si quieres superar el síndrome?
Entonces ¿qué esperanzas hay para quienes nos sentimos impostores de vida? Partamos de un concepto muy importante llamado neuroplasticidad, esto es, la capacidad que tiene nuestro cerebro para crear nuevas conexiones neuronales. No es que las situaciones de vida nos marquen para siempre y sea imposible modificar patrones adquiridos, NO. Somos seres en construcción que todos los días adquirimos nuevas experiencias llenas de alto valor y podemos ir entonces buscando nuestra mejor versión.
Otra cosa importante a destacar, para ir mejorando poco a poco esa relación con el síndrome del impostor, es que la práctica y la repetición de situaciones que nos sacan un poco de la zona de confort es clave para sentirnos más seguros en la vida. Quiero contarte una pequeña historia:
Hace muchos años creo contenido de forma gratuita para mis redes sociales y ha sido un camino maravilloso. En un momento alguien me sugirió empezar a vender mis asesorías y crear formaciones de pago. Sentí pánico. ¿Cómo era posible que yo fuera a cobrar por mi conocimiento? ¿De verdad alguien estaría dispuesto a dar un peso para ser asesorado por mí? En mi mente eso no era posible.
Un día finalmente decidí arriesgarme, puse la información de mis asesorías en mi sitio web con pocas pretensiones y los primeros clientes llegaron. Sentía dolor de estómago, náuseas y hasta me daban ataques de tos antes de empezar. Tuve la primera y esta persona quedó feliz, así la segunda y la tercera, para mi cuarto encuentro, el dolor se había ido, las náuseas ya no estaban y yo me sentía segura de mi conocimiento.
La vida es eso, oportunidades que se disfrazan de sacrificio, pero que pueden marcar tu realidad para siempre.
¿Qué puedes hacer para confiar en ti?
Finalmente quiero decirte, que aunque deseo de corazón que confíes en tu potencial y aceptes con amor todo lo bueno que te sucede porque te lo mereces, no te vayas al otro extremo del síndrome del impostor: la mediocridad.
Así como el síndrome del impostor es un exceso de autoexigencia, la mediocridad es el defecto de ella. Recuerda siempre que es mejor hecho que perfecto, pero que mientras te perfeccionas, es clave estar en una búsqueda incansable de excelencia, solo así sentirás esa satisfacción personal que solo da la mejora continua.
Te invito a que conozcas mucho más de este tema maravilloso en mi Curso para Superar el Síndrome del Impostor, un contenido creado desde la teoría, pero sobre todo, de la vivencia misma del síndrome del impostor en mi vida.
Con cariño, una impostora reivindicada.
Curso para Identificar y Vencer el Síndrome del Impostor