¿Qué es la deuda técnica en desarrollo de software?
La deuda técnica es una metáfora utilizada para describir ciertos compromisos que se hacen durante el proceso de desarrollo de software. Al igual que una deuda financiera, puede ser manejable en el corto plazo, pero con el tiempo puede aumentar en complejidad e impacto si no se "paga". Los desarrolladores, en ocasiones, sacrifican calidad por velocidad, lo que genera una acumulación de problemas que eventualmente deben abordarse.
¿Cómo se manifiesta la deuda técnica?
La deuda técnica suele presentarse de manera similar al caos de cables en un escritorio. Aunque las intenciones iniciales sean las mejores para mantener todo organizado, el caos puede reaparecer debido a varios factores, como cambios frecuentes, mantenimiento o influencias externas. En software, esto se traduce en código desorganizado o sistemas obsoletos, como el uso de lenguajes de programación muy antiguos, que eventualmente pueden llevar a fallos significativos en sistemas críticos.
Ejemplos significativos de deuda técnica
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Sistemas obsoletos: Un caso notable fue el sistema de desempleo del estado de New Jersey durante la pandemia de COVID-19. Utilizaba COBOL, un lenguaje de programación de los años 60, lo que resultó en la necesidad urgente de programadores para parchear el sistema.
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Interacciones rápidas sin planificación adecuada: Cuando se construye un sistema rápidamente, errores no planeados, como bugs, pueden interrumpir el funcionamiento. Esto es similar a construir un túnel rápido sin considerar filtraciones que podrían ser perjudiciales.
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Errores visuales y de interfaz: La aplicación móvil de Platzi, aún con intenciones de iteración rápida, mostró errores de idioma en su interfaz debido a strings no posicionados correctamente, lo cual representa una inequívoca deuda técnica.
¿Cuándo la deuda técnica se convierte en un problema grave?
La deuda técnica se convierte en un problema cuando interfiere con el desarrollo o la eficiencia del producto. Permitir que esta deuda se acumule sin un plan claro para resolverla puede llevar a consecuencias serias. Algunos puntos a considerar incluyen:
- Impacto en usuarios: Si pagar la deuda técnica no resulta en cambios visibles o beneficiosos para el usuario, se debe reconsiderar su prioridad.
- Problemas potenciales a futuro: Preguntar al equipo de ingeniería sobre la urgencia y las consecuencias de no resolver ciertos problemas ayuda a priorizar las tareas.
- Evaluación continua: Mantener un tracking de la deuda técnica es crucial para establecer tiempos y prioridades de resolución.
¿Cómo manejar la deuda técnica eficazmente?
Para evitar que la deuda técnica se convierta en un impedimento significativo es esencial encontrar un balance entre rapidez de iteración y calidad del producto final. Algunas estrategias para manejarlas incluyen:
- Tener un plan de pago: Identificar qué problemas necesitan atención inmediata y cuáles pueden esperar.
- Consulta regular con el equipo técnico: Validar con ellos cuándo un problema puede convertirse en crucial.
- Iteraciones rápidas y retroalimentación: Privilegiar la retroalimentación temprana de los usuarios por sobre productos perfectos. Esto no solo aporta ajustes más rápidos, sino que fomenta una mejora continua.
En el mundo del software, mantener un equilibrio entre iterar rápidamente y administrar la deuda técnica es clave para el éxito y la sostenibilidad a largo plazo del producto.
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