Aunque evita los temas más escabrosos del debate actual sobre la igualdad de género y excluye la perspectiva masculinista, centrándose en exclusivo en la perspectiva del feminismo menos radical, se trata de un buen curso. Aborda las principales bases sobre las que descansa el discurso actual de la lucha por la igualdad de género, por lo que cualquier persona interesada en ese tópico debería tomarlo. Reitero, es una lastima que resulte poco incluyente, pues invisibiliza los problemas de los varones sobresimplificando nuestras necesidades y preocupaciones, dando a entender que somos víctimas del propio sistema heteropatrialcal, lo cual no es del todo cierto. De igual forma, la propuesta que realiza es la misma que insensiblemente ha dado siempre el feminismo: "deconstruirnos" a través de adopción y aceptación de las nuevas masculinidades.