Es una píldora de historia que te hace comprender algunos procesos internos de JavaScript. Lo recomiendo sobre todo para seguir aprendiendo cuando no puedes pararte a resolver tareas de programación, yo, por ejemplo, lo hice mientras preparaba la comida. A veces las metáforas son demasiado cotidianas y, aunque ayudan a entender la idea, en el examen notas que te falta vocabulario técnico. Pero gracias a que hay un examen, te obligas a volver sobre tus pasos y encontrar las palabras precisas; por lo tanto, te vas del curso con la idea clara y las definiciones técnicas.