Los 5 pilares del equipo perfecto

Clase 16 de 27Curso para Líderes en Formación

Resumen

Formar el equipo correcto es una función primaria del líder. Para lograr un equipo de alto desempeño, hay que identificar capacidades, comportamientos y compromiso, y combinarlos con el fin en mente. Aun con restricciones presupuestarias o políticas, es posible enfocarse en lo esencial y alcanzar resultados sobresalientes.

¿Qué define a un equipo de alto desempeño?

Basado en la definición de Katzenbach y Smith en The Wisdom of Teams: un equipo de alto desempeño es un número reducido de personas, con habilidades complementarias, comprometidas con una forma de trabajo acordada, un objetivo en común y una responsabilidad compartida. Estos cinco elementos marcan la diferencia entre un grupo y un equipo que logra resultados extraordinarios.

  • Número reducido de personas. el grupo no debe ser ni muy chico ni muy grande. A nivel gerencial se menciona un rango de 8–12 reportes directos; más que eso suele volverse inmanejable. Favorece la cohesión.
  • Habilidades complementarias. ni total homogeneidad ni diferencias extremas. Se trata de que unos sean fuertes donde otros no, para cubrir el espectro de tareas con eficacia.
  • Forma de trabajo acordada. el propio equipo define las “reglas de juego”: cómo tomar decisiones, qué sistema de gestión usar, cómo organizarse, cuándo reunirse y qué temas tratar. Esto da claridad operativa.
  • Objetivo en común. no es el objetivo final de la empresa, sino el objetivo del equipo que se alinea con aquel. Genera compromiso y los une en la misma dirección.
  • Responsabilidad compartida. cada persona responde por sus tareas y también por el objetivo común. Ejemplo deportivo: si un defensor cae y el rival sigue, su compañero lo cubre para evitar el gol, aunque “no sea su zona”. Así se entiende la responsabilidad por el resultado colectivo.

¿Cómo arma el líder un equipo eficaz?

Al enfrentar un nuevo desafío, a veces el equipo ya viene constituido; otras, hay margen para reconocer y reclutar a quienes aporten valor. El criterio del líder combina tres variables: capacidades, comportamientos y compromiso, siempre mirando el fin que se busca.

  • Identificar qué sabe hacer cada persona y cómo lo hace.
  • Observar conductas que facilitan la colaboración y la toma de decisiones.
  • Valorar el nivel de compromiso con el objetivo.
  • Integrar esas variables para equilibrar el equipo.
  • Considerar restricciones presupuestarias o políticas y apoyarse en herramientas simples para sortearlas.

La clave es alinear el talento disponible con una forma de trabajo clara y un objetivo compartido, asegurando que todos asuman la responsabilidad por el rendimiento del conjunto.

¿Cómo activar el propósito con el reto cuatro?

El “reto cuatro” invita a profundizar en el propósito con una guía y un panel de discusión. Al responder en equipo, podrán definir qué los une y a quién sirven, reforzando el compromiso.

Preguntas para trabajar con tu equipo:

  • ¿Cuál es el propósito de su equipo de trabajo? ¿lo tienen definido?
  • ¿Qué elemento los une o los aglutina como equipo.
  • ¿Qué van a hacer concretamente para cumplir ese propósito.
  • ¿A quiénes están sirviendo: clientes internos y externos.
  • ¿A quiénes entregan valor y cómo se materializa esa entrega.

Al clarificar estas respuestas, el equipo consolida su objetivo en común, fortalece su forma de trabajo acordada y afianza la responsabilidad compartida para alcanzar el alto desempeño.

¿Te animas a aplicar el reto con tu equipo? Comparte en los comentarios qué propósito definieron y qué acuerdos de trabajo establecerán.