Resumen

Reducir emisiones en transporte de carga en Latinoamérica es una oportunidad directa de ahorro. Cuando bajas emisiones, bajas consumo de combustible y subes la rentabilidad. En un contexto donde mover un camión es 40 % más costoso por tonelada que en países miembro de la ODE y el transporte de carga aporta 15 % de las emisiones globales, optimizar la operación es clave.

¿Por qué descarbonizar el transporte de carga mejora costos y emisiones?

El transporte carretero domina la logística en la región: en países como Colombia llega a casi 98 % y supera el 90 % de participación. Es, además, menos eficiente en combustible. Por eso, repensar rutas, flota y uso de datos reduce emisiones y gasto de diésel.

  • 40 % del material particulado proviene del transporte de carga. Riesgo para la salud humana.
  • Cada 1 % menos de consumo de combustible mejora el margen neto de flujo financiero.
  • En flotas pequeñas (<10 vehículos), el combustible es 30–50 % de los costos operativos.
  • Descarbonizar no es solo comprar un vehículo eléctrico: hay acciones de bajo costo con gran impacto.

¿Cómo medir y reportar tus emisiones para decidir mejor?

El primer paso es tener trazabilidad. Mide cuánto consumes y tradúcelo a emisiones para diagnosticar dónde optimizar. Este cálculo y reporte te permite fijar metas y priorizar corredores logísticos con mayor impacto.

¿Qué incluyen los alcances 1, 2 y 3?

  • Alcance 1: emisiones directas de la operación. Flota propia, máquinas, consumo en fábrica o centro de distribución.
  • Alcance 2: energía de la red eléctrica. Almacenes, refrigeración, equipos conectados.
  • Alcance 3: operaciones tercerizadas en la red de valor. Mayor reto por pérdida de trazabilidad al subcontratar.

¿Cómo crear tu línea base y metas?

  • Levanta una línea base: consumo por origen, destino, ruta, tipo de vehículo y producto.
  • Identifica corredores logísticos más intensivos en combustible.
  • Define metas: por ejemplo, reducir 2 % en un corredor priorizado como Bogotá–Funza.
  • Usa metas de referencia ya adoptadas por empresas: 51 % a 2030 y descarbonización a 2050.

¿Por qué la colaboración acelera resultados?

  • Es difícil lograrlo solo. Comparte activos, coordina con aliados y comunica resultados para sostener avances.
  • La estandarización de datos y el uso de telemetría habilitan mejoras continuas.

¿Qué estrategias prácticas puedes aplicar hoy en Latinoamérica?

Hay acciones inmediatas, medianas y de transformación que no dependen solo de renovación tecnológica. Empieza por lo que controlas: datos, operación y personas.

  • Analítica operativa: detecta vehículos subutilizados y reasigna tecnologías para minimizar consumo.
  • Telemetría: monitorea en tiempo real y corrige desvíos.
  • Ecoconducción: capacita conductores; el estilo de manejo incide hasta 50 % en consumo. Reducciones típicas 5–10 %.
  • Mantenimiento: neumáticos y aceite en rangos óptimos para bajar consumo.
  • Ruteo y horarios: evita tráfico; entregas nocturnas como alternativa.
  • Ralentí: apaga motor en esperas prolongadas en CD y puertos.
  • Última milla: consolidación y rediseño pueden reducir flota (ejemplo: de 300 a 200 vehículos) manteniendo entregas, tiempos y servicio.
  • Mejoras al vehículo: aditivos al combustible y aerodinámica (aplican mejor en topografías planas, como México o Brasil).
  • Mediano plazo: consolidar carga, compartir activos, y monitoreo en tiempo real para optimizar la logística urbana.
  • Flota eléctrica: útil en algunas ciudades, pero hoy limitada por infraestructura de carga, normatividad e incentivos.
  • Transformación futura: intermodalidad, tecnologías como hidrógeno y Internet físico para compartir activos en tiempo real.

Acciona con enfoque financiero: prioriza lo que más baje litros por entrega y más suba tu margen. Mide, ajusta y comunica. Y recuerda: descarbonizar empieza optimizando el combustible, no comprando un eléctrico.

¿Con qué corredor y con qué aliados empezarías? Comparte tus dudas y casos para que otros también aprendan de tu experiencia.