Hace un par de meses decidí iniciar la Carrera en Seguridad Informática dentro de Platzi, ya que involucra temas de interés personal y por ser un área con mucho futuro, basta con ver lo que acaba de ocurrir con el protocolo WPA2. En mi breve transcurso dentro de los cursos enfrenté retos y frustraciones: nunca había usado una distro de Linux, mucho menos configurado, descargado paquetes y aplicaciones… De hecho hasta cree mi primer tutorial para optar por una de sus formas de instalación.
Reflexioné al respecto y me percaté que debería complementar esto con un lenguaje de programación, así que opté por Python ya que siempre me ha llamado la atención el Back-End. Recomiendo absolutamente curso impartido por David Aroesti, quien hizo refrescar mi memoria en lo poco que se acerca de programación al mismo tiempo que me sentía atraído por esa sintaxis sencilla, legible y al mismo tiempo poderosa.
Alrededor a las fechas en que inicio el curso de Python, conocí a la mujer quien ahora es mi pareja y Arquitecto de profesión (dato relevante más adelante). Una de las cosas que me encanta es nuestra comunicación, pues ella escucha con atención y gusto lo que le platico acerca de mi mundo involucrado en la tecnología en conjunto a mis deseos de aprender.
En una de nuestras convivencias me encontraba leyendo el código de uno de mis programas para optimizarlo y ella se acercó, así que me tomé la dedicación de explicarle el código de una forma que pudiera comprender. Preguntó, resolví inquietudes y aunque aún tenía un poco de dificultad para asimilarlo logró entender conceptos como condicionantes y flujos de control.
Mi deseo era que esto quedara claro, recordé que al inicio del curso se usa el módulo Turtle Graphics para comprender de manera gráfica el como se desarrollan los algoritmos. Fue cuando algo despertó en ella al ver que se podían trazar líneas al dar instrucciones precisas a la computadora ¡Y fue cuando la magia se dio!
Nos propusimos dibujar un cuerpo geométrico, dos conocimientos convergieron manifestándose en una sola imagen. Mientras ella calculaba ángulos de inclinación y distancias, me ocupaba por codificar instrucciones y simplificar en ciclos. Nos tomó algo de tiempo, pero cuando la imagen se completó en pantalla nos dimos cuenta de algo: nuestros sentimientos se unieron aún más al descubrir como disfrutábamos lo que hacíamos. Al día siguiente conversamos acerca de como podríamos combinar ambas áreas de conocimiento en proyectos profesionales, monetizarlos e incluso ella especializarse en cuestiones de diseño que se involucren con la tecnología (UI/UX por ejemplo).
Los invito a que compartan lo que hacen con sus seres queridos ya que nunca saben el detonante que puede generar en otros y verán que su esfuerzo rinde frutos desde antes de tener algún proyecto concluido. Por último, les comparto la imagen que, por simple que parezca, para nosotros significa mucho: