''Las pseudociencias pueden tener un tratamiento científico de sus procedimientos,
por ejemplo, la numerología y la astrología hacen uso de correlaciones y cálculos
matemáticos, y razonamientos lógicos, que son herramientas científicas. Lo que falla es que
los postulados de donde parten estas deducciones son irracionales, dogmáticos, y no se
produce un estudio crítico para contrastarlos a través de sus consecuencias con la realidad.
Es decir, falta el control interno que da su poder inmenso a la ciencia: la facultad de desechar
una teoría cuando no se ajusta a la única verdad, que es la realidad. No necesariamente el
cuerpo de conocimientos que forman las pseudociencias deben ser totalmente falsos:
elementos que en una época formaron parte de pseudociencias, como el hipnotismo o ciertos
medicamentos o procedimientos curativos, han sido incorporados en la ciencia. Pero cuando
lo fueron, fue porque se contrastó experimentalmente el fenómeno con la realidad, y resultó
“aprobado” en el examen. Pero no significa que al ser incorporado en la ciencia ortodoxa,
se haya validado a la pseudociencia de donde salió, ni que las explicaciones que
acompañaban al fenómeno en la pseudociencia (muchas veces místicas, generalmente
banales) sean validadas también. La aceptación de que la acupuntura en ciertos casos ayuda
a los pacientes, no significa aceptar la teoría del yin y el yang, ni la comprobación de la
realidad del hipnotismo, aceptar la teoría del magnetismo animal (o “mesmerismo”)"