Hoy quiero contarte, en 3 sencillos pasos, cómo estructuré mi pitch para ganarme las convocatorias más importantes en mi carrera universitaria y cómo este mismo método me sigue ayudando -incluso- a vender ideas de proyectos audiovisuales a distintas marcas.
Te recomiendo que no te enamores de tu idea. Lee tu guion, por difícil que sea, desde una postura crítica y alejado de lo que tienes en mente. Puedes plantearte preguntas cómo:
Por otro lado, pide feedback y recíbelo con humildad. Sin embargo, ten en cuenta que es tu historia y debes saber hasta dónde ceder. Mi recomendación es que tomes los consejos objetivos y técnicos más que los subjetivos y estéticos. Por ejemplo:
Consejo****Técnico:
— “El desenlace del protagonista no está muy acorde a la personalidad que le has planteado durante toda la historia. Busca generar razones para que realice esa acción que propones del final”.
Este es un feedback técnico porque seguramente tienes un personaje que era muy feliz y de la nada al final comete un asesinato. La persona te está proponiendo desarrollar más al personaje.
Consejo Estético
— “¿Por qué este personaje en lugar de ser taxista, mejor no maneja un Uber? Es como más actual, más cool”.
Este es un feedback estético. Quiere que maneje Uber por razones que no aportan valor al personaje.
Ahora sí, a lo que vinimos.
Tener claro el segmento al que le vas a llegar con tu película o pieza audiovisual, le mostrará a nuestro posible productor o cliente que los componentes con los que estructuraste tu narrativa están pensados y tienen el objetivo de impactar, de alguna manera, a cierto tipo de personas. Esto también le permitirá saber qué tan grande es el público y qué tanto esfuerzo tendría que realizar, en términos publicitarios, para que las personas vean la cinta.
DATO: por eso es más difícil vender ideas relacionadas con “películas de autor” o “cine arte”. El target tiende a ser pequeño y probablemente no habrá retorno de la inversión.
Tenemos un minuto para hablar de 3 componentes de tu proyecto, es poco tiempo; por lo tanto debes estar en la capacidad de resumir tu historia a 35 - 45 palabras. En este caso debes lograr llamar la atención con el primer punto de giro de tu historia, es decir, con el reto que tendrá tu protagonista; después aumenta la intensidad mencionando el nudo, o sea, el momento más crítico del personaje principal; y quedas en libertad de contar el final o dejar la incógnita.
CONSEJO: Puedes jugar con tus tonos de voz para transportar a tu espectador. El curso de Oratoria y Hablar en Público te ayudará muchísimo en este paso.
Tener un objetivo de comunicación le añadirá gran valor a lo que quieres contar. Para esto, debes ser coherente con el público que planteaste al principio, así que es bueno preguntarte:
Sea cual sea tu respuesta, debes exponerla. Busca conectar con alguna idea del interlocutor o por el contrario saber si tiene opiniones diferentes. Es importante trabajar con personas que comparten —en alguna medida— tu visión.
Si nuestro posible productor continúa en actitud de escucha, ves que tiene tiempo o te hace alguna pregunta, puedes rematar hablando de elementos que aporten valor a tu proyecto, como por ejemplo:
No olvides tener pasión por lo que haces, sé claro, demuestra seguridad y convencimiento, cree en tu proyecto y recuerda: practica mucho ese minuto hasta que te sientas tranquilo.
Para finalizar, cuéntame en los comentarios tu experiencia presentando pitch, qué te ha funcionado y en qué has fallado. Si nunca lo has hecho, puedes dejarme tus preguntas. ¡Estaré atento respondiendo!