La competencia es muy buena para el crecimiento pero hay una diferencia entre la sana competencia y la competitividad tóxica.
Hay que recordar que sobre todo está la salud mental y el ser felices.
Con esto quiero llegar a que si en algún punto, competir te está haciendo mal, no lo hagas. No vale la pena. Vales más tú y tu integridad que el ego.
Recuerda, nunca pares de aprender 😉