El mánager generalmente basa sus decisiones en factores que se manifiestan en dos polos opuestos: los datos y los instintos.
Los datos dan lugar a decisiones que se fundamentan en el razonamiento, mientras que los instintos son el resultado de las emociones.
A continuación, vamos a estudiar, de una manera muy concisa, cuál es el planteamiento del filósofo Parménides sobre esta dualidad y cómo se oponen sus pensamientos a los argumentos de Heráclito.
Heráclito plantea que el cambio es una constante en nuestras vidas. Nada permanece inmutable.
Esta postura suele generar mucha incertidumbre porque si todo el tiempo tenemos que estar dispuestos a aceptar que va a haber cambios inevitables, entonces ¿a qué nos podemos aferrar?, ¿qué podemos hacer con esos cambios permanentes?, ¿no hay forma de planear?, ¿no hay forma de estar preparados?, ¿qué podemos hacer?
Sobre estas interrogantes es importante señalar que Heráclito fue objeto de muchas críticas por sus postulados sobre el cambio, entre ellos, encontramos al filósofo Parménides, quien señala que toda decisión está basada en un conocimiento real o verdadero y en las opiniones (doxa). Estas últimas solo son el resultado de las emociones y, por consiguiente, no obedecen a un razonamiento.
Con frecuencia los mánager se enfrentan a situaciones en las que resulta complejo encontrar un norte. Un ejemplo de ello es la toma de decisiones en un ambiente tan dinámico como el que caracteriza a las startups, donde el cambio se puede dar a nivel interno cuando movemos estructuras, sino que hay cambios que no vemos venir y no podemos controlar.
De acuerdo con los postulados de Parménides no estamos a la deriva, sino que estamos frente a una única realidad perfecta donde todo está unificado, lo que nos lleva a lo que en filosofía se conoce como monismo; es decir, una explicación única y última para todo.
Parménides nos dice que los sentidos, o sea, lo que nosotros percibimos, no es la realidad última, sino que existe algo que es perfecto, que es un principio rector completo para todo, al cual solo se puede llegar mediante el razonamiento.
Según este filósofo presocrático, hay dos grandes caminos para el conocimiento: el camino de la opinión, que está basado en nuestras experiencias, y el camino de la realidad última, el cual está cimentado por la razón.
La aproximación de Parménides es literalmente la de un puro pensador. Debemos tener en cuenta que los filósofos presocráticos se desenvuelven en un mundo que tiene sus propias incertidumbres gigantescas. Sus pensamientos tienen un carácter precientífico y hay una gran cantidad de situaciones o fenómenos que ellos no saben cómo controlar.
El pensamiento que impera en esta época es un pensamiento que busca traer un orden y una lógica al mundo a través de lo estrictamente razonable. Por esta razón, Parménides atribuye al razonamiento como el camino válido para encontrar la verdad.
La experiencia muchas veces nos ha destacado la importancia de los instintos en la toma de decisiones, especialmente cuando se trata de proyectos o productos que se van a lanzar o cuando se trata de temas del trabajo en equipo y cómo estas decisiones van asociadas a nuevas personas en un medio laboral.
En un ecosistema de alto rendimiento como luce una startup estamos muy acostumbrados al tema de las métricas y los datos, lo cual se inclina al mundo de la razón que nos explica Parménides, ya que estos mecanismos son la mejor aproximación a esa verdad última que nos expone este filósofo.
Estos datos son una fuente indiscutiblemente relevante para respaldar las decisiones que vamos a tomar, porque nos ayudan para tomar esas decisiones informadas, apartando por completo lo que estamos sintiendo o lo que nos están mostrando nuestros sentidos.
No obstante, los seres humanos estamos dotados de una parte sensible que no puede ser neutralizada completamente. Nuestra parte emocional que alimenta a nuestros instintos hay que prestarle atención, porque somos seres que estamos divididos en dos formas de entender el mundo.
Para Heráclito lo real se caracteriza por hallarse inmerso en un perpetuo devenir, marcado por un proceso de cambios, evolución y transformaciones.
En cambio, para Parménides, el conocimiento a través de los sentidos solo conduce a la opinión (doxa) y a la apariencia; pero si se desea llegar realmente a la verdad, el único camino es a través de la razón.
Cuando nos enfrentamos a situaciones complejas en nuestros equipos de trabajo o en nuestro día a día, es necesario tomar decisiones.
Las decisiones que tomamos se sustentan en un pensamiento racional respaldado con datos, pero sin olvidar la importancia de nuestros sentidos que dan lugar a los instintos, ya que muchas veces los instintos obedecen a un conjunto de experiencias acumuladas relacionadas con lo que estamos construyendo o con el equipo con el que estamos trabajando.
Te invito a que reflexiones lo siguiente: ¿qué debemos hacer con los instintos?, ¿deberíamos solamente tomar nuestras decisiones basadas en datos?, ¿qué hacemos con nuestra experiencia, con lo que sentimos acerca de esa situación a la que nos estamos enfrentando?