Platón señala que las personas, por lo general, aceptan como conocimiento real aquellas conjeturas que ha recibido a lo largo de su vida sin cuestionar si este conocimiento es correcto o no.
Este conocimiento lleva a que las personas vivan en un escenario de ignorancia; pues, prefieren confiar en ese conocimiento sin debatir o profundizar en sus límites.
En este momento nos vamos a concentrar un poco en cómo la construcción de la verdad, quizás genera la idea de que hay un límite en esa verdad a la que llegamos y, por consiguiente, plantearse la pregunta ¿se puede ir más allá de ese límite, más allá de esa idea que se ha aceptado como una verdad?
La alegoría de la caverna es la forma que utilizó Platón para explicar la posición del ser humano respecto al conocimiento.
En esta alegoría se plantea la existencia de un grupo de personas que están viviendo en una caverna. Imagínalo como una gran sala de cine dónde hay un fuego que proyecta la sombra de unas marionetas en una pantalla en el fondo de la caverna.
Esta gente está viendo toda su vida como sombras proyectadas. Su vida se ha reducido a unas imágenes que ha aceptado como la única verdad de su existencia.
No obstante, una de las personas logra salir de la caverna y llega al mundo exterior, donde se encuentra por primera vez con el Sol que obviamente le encandila. Este hombre descubre un mundo que no se parece en nada a lo que había experimentado durante su existencia. Posteriormente, regresa a la caverna e intenta explicarle esto a la gente que está ahí con la que compartía las cadenas, quienes básicamente no le creen.
La aceptación de nuevas ideas muchas veces se ve obstaculizada por la incomodidad de enfrentarnos a cosas que no conocemos o, incluso, de cuestionar el esfuerzo que representa la búsqueda de nuevos conocimientos y los cambios de paradigmas.
En la alegoría de la caverna, la idea de pensar que tenemos que pasar por el esfuerzo de levantarnos de la sala de cine, o de descubrir cómo salir de esa caverna para llegar a una realidad diferente, pues nos va a incomodar de alguna manera, nos va a presentar algo que puede ser incierto o caótico.
Esa incomodidad al cambio es algo a lo que nos enfrentamos día tras día cuando estamos trabajando en equipos y en un ambiente de alto rendimiento, ya que nos pone en una posición de cuestionar las cosas que damos por sentado.
Cuestionar las cosas que siempre han sido aceptadas de una determinada manera, o que nos han dicho otras personas, es lo que nos lleva a una construcción de una verdad aún más compleja y que al final quizás nos permite avanzar en lo que estamos trabajando.
Podemos encontrar confort en rodearnos de lo que es familiar y justamente la caverna representa una zona de confort, salir de ahí implica un esfuerzo e involucra una incomodidad.
Por esta razón, para un mánager resulta todo un reto impulsar a sus equipos en una dirección diferente a lo que viene acostumbrado a realizar. Esto es un gran desafío que se encuentra conectado con la búsqueda de la verdad que arrancó con Sócrates cuando trató de establecer la necesidad de un cuestionamiento constante.
La alegoría de la caverna de Platón tiene una gran vigencia en la actualidad. Vemos el impulso permanente de la humanidad a tomar decisiones en función de los cambios.
La esencia de las startups es precisamente el desarrollo de grandes ideas que representan oportunidades de cambio.
Una o varias personas tienen una idea que puede cambiar el mundo, se organizan para desarrollar esa idea y movilizan un conjunto de recursos hasta alcanzar los objetivos planteados.
Las startups aprovechan las nuevas oportunidades, buscan romper paradigmas para ofrecer nuevas alternativas y soluciones.
En las redes sociales se encuentran esparcidas ideas que, de pronto, no son exactamente un reflejo de la verdad. Cada usuario de la red trata de imponer su criterio personal como una verdad absoluta sin hacer un verdadero cuestionamiento.
Cuando se construyen los equipos de trabajo siempre es importante buscar personas diversas, porque la diversidad es importante, y con percepciones distintas que ayuden a construir un producto, un proyecto o un servicio que pueda ser útil para todas las personas.
Sin embargo, esta diversidad de los equipos debe estar guiada u orientada por un mánager con una visión clara de lo que se quiere alcanzar. Esta visión tiene mucho que ver con este idealismo que nos presenta Platón en la construcción de la verdad y de cómo utilizamos el razonamiento, el respaldo de los datos e, incluso, nuestro instinto para llegar a una verdad colectiva que podemos construir; pero, ahora estamos dando un paso más adelante a través de la convicción que nos permite ver que existe algo mejor que lo que tenemos hoy.
Piensa como han cambiado tus ideas en la medida que va transcurriendo tu vida. ¿Qué ideas has podido cambiar en el tiempo?, ¿qué ideas has podido refinar?, ¿tienes ideas para proyectos?, ¿tienes iniciativas? Reflexiona sobre la manera como cuestionas tus conocimientos actuales.
