1. Escucha y repite: La práctica auditiva es fundamental. Elige un tema de tu preferencia, repítelo 10 minutos por la mañana y 10 minutos por la noche por una semana. Presta atención a las palabras y sonidos que te resultan difíciles y anota los que lograste recordar.
2. Grabación de voz y retroalimentación: Graba tu voz mientras hablas en inglés repítelo 10 minutos por la mañana y 10 minutos por la noche por una semana. Luego, compara tus grabaciones con grabaciones de hablantes nativos o recursos en línea que proporcionen modelos de pronunciación. Escucha atentamente las diferencias y trabaja en las áreas donde necesitas mejorar. También puedes pedir retroalimentación.
3.Práctica de sonidos y fonética: Dedica tiempo a aprender los sonidos específicos del inglés y las reglas de pronunciación. La fonética es una herramienta útil para entender cómo se producen los sonidos en la boca y la garganta.