Confía en tus habilidades, no temas cometer errores y sé tú mismo, el motor de motivación para aprender algo nuevo. Recuerda que nunca es tarde para aprender, y mucho menos para dominar un nuevo idioma.
Establece metas con un objetivo final que te motive. Comprométete contigo mismo y dedica al menos 20 o 30 minutos diarios para nutrir tus conocimientos y tu proceso de aprendizaje. Recuerda, ¡más vale poco que nada!
Aprovecha herramientas que disfrutes para aprender: mira series y películas, escucha canciones, audiolibros y lee noticias o libros que te interesen. Toma apuntes, escribe palabras y significados, investiga y practica leyendo en voz alta o hablándolo con otras personas que estén aprendiendo como tú. ¡Arriésgate! Recuerda que de los errores se aprende.
Utiliza las herramientas y recursos disponibles, no te limites por no vivir en un país de habla inglesa. Seguro habrá muchas oportunidades y actividades para practicar y seguir mejorando en el idioma.
No dejes de practicar y reflexionar sobre tu progreso. Es importante que reconozcas y entiendas lo que has aprendido o corregido.
No veas el aprendizaje del inglés como un obstáculo, sino como una nueva habilidad que te impulsará a alcanzar tus metas y cumplir tus objetivos.
