¿Alguna vez te han dicho “Aprender inglés es fácil”? A mi me lo decían todo el tiempo. En mi opinión, no es que sea difícil, no es una tarea imposible e inalcanzable, pero si es algo que requiere empeño y dedicación. Requiere tiempo, esfuerzo y sobre todo ganas de aprender. Porque eso sí, si no tienes ganas de aprender algo, ni que tengas todo el tiempo del mundo, no lo vas a aprender.
Haciendo una pausa aquí, déjame decirte algo: Hay personas que aprecian todas las cosas de la vida, porque sí, son de esa forma y son grandes por ello, pero hay otras que para valorar una cosa tan importante pero tan efímera como lo es el tiempo, tienen que tener poco de ello disponible al día. Ese era mi caso, yo si sabia que el tiempo era importante. Pero no fue hasta que empecé a trabajar 60 horas a la semana que empecé a apreciarlo realmente y no solo eso si no que empecé a hacer malabares para dormir, cocinar, lavar, hacer mercado y todas las otras cosas que tenemos que hacer día a día. Eso sí al principio me costó un poco, pero al pasar los días ya tenía un equilibrio.
Ahora bien, dentro de ese frágil equilibrio, no incluía estudiar. Pero yo realmente quiero aprender inglés, entre otras cosas. Pero mi meta a corto plazo es aprender inglés y con ese horario que poseía, no veía la luz como dicen por ahí. Pero como te comentaba con anterioridad para aprender inglés o cualquier cosa es importante el tiempo, esfuerzo y ganas de aprender. Bueno, yo las ganas de aprender las tenía y sabía que si ponía todo mi esfuerzo lo puedo empezar a hacer, pero me faltaba tiempo. Así que hice los siguientes pasos y espero que realmente te sirvan.
Organiza tu horario.
Es importante cuando no tienes tiempo, organizarlo lo más posible. Si ya sabes que tienes que estar 60 horas de tu vida a la semana en tu trabajo, dispone de las otras 108 horas. Establece un horario igual de riguroso para estudiar, dormir, comer y bañarse y con el tiempo que te quede aprender ha hacer lo de más, mediante un sistema de importancia y prioridades.
Ponte una meta clara
Al principio no comiences con 8 horas de estudio después de las 10 horas de trabajo. Tienes que empezar de poco en poco para poder organizarte sin desfallecer en el intento. Además como siempre dicen si te pones una meta muy exagerada es muy probable que no la cumplas.
Rompe la rutina
Al principio romper la rutina de trabajar y hacer todas tus cosas como normalmente las haces es super difícil, eso fue lo que más me costó. Ya que yo trabajo desde las 3 de la tarde hasta la una de la mañana. Pero es importante empezar, y continuar lo que empezaste claro.
Come apropiadamente
Al tener un horario tan estricto y ocupado es realmente apropiado comer lo mejor posible y tomar mucha agua. Come cosas que te den energía, frutas, jugos verdes, vegetales, sopas, etc. Porque eso te va a ayudar a mantener tu cuerpo sano, sin enfermarse y con energía para lograr completar tu día.
Habla en tu trabajo.
Es importante que en tu trabajo sepan que estás estudiando, porque va a haber días que estés extremadamente cansado. Y hablar con tu jefe le va a dar a conocer que hay días que no vas a estar rindiendo al 100%, pero que no es un caso de que tu no quieras, es que simplemente no puedes. No es que uno vaya a hacer el trabajo mal, o no lo vayan a hacer, simplemente que cuando las personas están muy cansadas muchas veces cometen errores. Además, es importante comentarle que en días puntuales, puedes que necesites salir antes para estudiar para una prueba muy importante (“no todas las pruebas, ni muy seguido”) o entrar tarde porque si estás asistiendo a una institución presencial. Existen días que las pruebas las hacen fuera del horario establecido.
Proyéctate en el futuro
Siempre proyéctate en el futuro, de que va a pasar si tu completas tu meta. De que puedes llegar a ser si cumples tu objetivo, eso te brindara motivación y ganas de seguir adelante incluso cuando tu cuerpo no quiera. y creeme, ahi dias que no va a querer.
