Es muy común decir en voz alta “No tengo tiempo” cuando intentamos aprender un nuevo idioma o sentir un bloqueo mental que literalmente se siente como un freno que no nos deja avanzar, más de una vez me escuché a mí mismo decir en voz alta “No tengo tiempo” y un sinónimo de esta frase sería decir: “No tengo claro mis objetivos y tampoco tengo una metodología que se adapte a mis necesidades individuales para alcanzarlos”
Si quieres alcanzar un objetivo y si este objetivo es aprender un nuevo idioma tienes que saber qué es lo que quieres y lo que estás dispuesto a hacer y sacrificar para alcanzar la meta. En mi caso hizo falta una chispa que me obligara a tener un motivo o una razón de peso para alcanzar la idea de aprender un nuevo idioma, este motivo podrá parecer tonto, pero soy extranjero en un país hermoso que sin duda me brindó la oportunidad de crecer profesionalmente y mejorar mi situación económica, pero luego de haber tomado vacaciones a mi país natal (luego de 5 años en el extranjero) y regresar a este país y pasar por una pequeña depresión de un mes a causa de lo que llaman “duelo migratorio”, decidí que mi futuro, el de mi esposa y el de mis hijos (que aún no tengo) tiene que ser en mi país natal.
Entonces con lo anterior nacen los siguientes puntos:
Tener una motivación y una meta clara, con esto todo resultó ser más fácil, ya no decía “No tengo tiempo” decía “voy a sacar el tiempo para hacerlo” aprendí que me resulta más fácil para mí (cada cuerpo es distinto y cada mente es distinta) tomar 15 minutos full concentrado para leer un libro, hacer una clase, usar alguna herramienta. Me di cuenta de que tenía que entender qué método de estudio funcionaba para mí y a partir de ahí empezar a alcanzar pequeños logros.
Al entender mis rutinas y mis hábitos fui capaz de empezar a sumar actividades que me ayudaran a aprender inglés, mientras desayuno por las mañanas coloco mis audífonos al celular y hago 15 minutos de habilidades pasivas (listening y reading) con la plataforma Ankidrop, esto ya lo había intentado en el pasado, pero no fui constante, porque no tenía la motivación o la meta clara. Ahora todos los días realizo esta actividad, hay momentos donde no puedo hacerlo como los fines de semana, pero tener esta aplicación instalada en el celular me permite incluso avanzar mientras espero a mi esposa en el consultorio. Hoy por hoy, por ejemplo, logré mezclar el hábito de desayunar de lunes a viernes con escuchar y leer frases en inglés.
Adaptar la forma de estudio, va de la mano con el punto 2, es necesario fallar para saber que te funciona y que no, todos somos seres individuales, hay cosas que pueden funcionarme a mí, pero no a ti, tienes que saber que te sirve y que no y para eso tienes que intentar, si te sirve más leer noticias en inglés, pues cambia tu estrategia de estudio a lo que puedes o no hacer o a lo que encuentras más entretenido de acuerdo a tus gustos. Recién empecé con esto el 22-01-2024 y puedo decir que todavía sigo descubriendo y adaptándome a lo que me funciona y a lo que no.
Por último hay que entender que tanto los buenos hábitos como los malos hábitos se construyen, hay un libro que recomiendo leer y que aún estoy leyendo que se llama “Los hábitos atómicos” de James Clear, básicamente se resume a un método sencillo para crear buenos hábitos y eliminar los malos. Le estoy agradecido a un amigo por compartirlo conmigo, así que también voy a compartirlo con ustedes.
Y como dice el slogan de Platzi: “Nunca paren de aprender”
