En la era digital en la que vivimos, la ciberseguridad se ha vuelto indispensable para proteger nuestra información personal, financiera y de negocios. Nuestra dependencia cada vez mayor de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) nos ha hecho más propensos a los ciberataques, los cuales pueden tener efectos devastadores personales y empresariales, por ello recopilé unos puntos que considero claves:
- Salvaguardar información sensible: Los datos personales, la información financiera, la propiedad intelectual y los secretos comerciales son ejemplos de información delicada que requiere protección contra accesos no autorizados. La ciberseguridad pone en marcha medidas para prevenir filtraciones, robos o alteraciones de esta información.
- Preservar la continuidad operativa: Las empresas y organizaciones se apoyan fuertemente en sus sistemas informáticos para su funcionamiento. Un ciberataque exitoso puede interrumpir o desactivar estos sistemas, ocasionando pérdidas económicas significativas y dañando la reputación de la organización.
- Proteger la privacidad de las personas: La información personal, como nombres, direcciones, números de teléfono y datos financieros, puede ser explotada para fines fraudulentos o ilegales. La ciberseguridad protege la privacidad de las personas al evitar el acceso no autorizado a esta información.