- Primero de todo pregúntate qué te gusta hacer, qué disfrutas y en qué se te pasa el tiempo volando. En otras palabras, cuál es tu pasión. Piensa que vale de todo, desde bailar a programar, y apúntalo todo en una lista.
- Pregunta a tu entorno familiar o social, qué se te da bien hacer, en qué creen que destacas, qué te hace brillar. Es decir tu talento.
- Experimenta las que creen que pueden ser tus vocaciones por un tiempo, piensa en qué harías si no necesitaras el dinero para vivir. Piensa qué necesita el mundo que tú puedas ofrecer. Demanda.
"Allí donde se cruzan tus talentos y las necesidades del mundo, está tu vocación." –Aristóteles
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