Pensemos en lo mucho que ha cambiado la forma en que nos educamos: ya no dependemos de un aula para aprender, además, los libros los podemos tener digitales. En muchos casos, sólo se necesita de un dispositivo móvil e internet para tomar las clases. Pero, si algo no ha cambiado tanto, dentro del esquema de educación, son los profesores.
Estas personas han dedicado su formación académica a temáticas específicas y se esfuerzan porque más aprendan. La meta para ellos es educar a sus estudiantes, es llevar conocimiento a estudiantes de todas las edades, dentro o fuera de un aula educativa.
No importa la excelencia y el nivel de cada profesor, siempre van a enseñarte algo que no sabías. No sé si es tu caso, pero en el mío, existieron profesores que, si bien es posible que académicamente no hayan llegado más allá para aportar sus conocimientos, en la vida personal me dejaron muchas lecciones para recordar.
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Así es, las y los profesores que realmente destacan es posible que no solo te enseñen algo para tu vida profesional, sino algo que se quede para toda tu vida, impactándote de tal manera que uno recuerda con cariño y admiración sus enseñanzas. Aquí te dejo algunos ejemplos de lo que -al menos en mi caso- puedo recordar de mis profes:
Maestras y maestros que tuve siempre estaban leyendo algo de su área, siempre asistiendo a conferencias y seminarios. Era una gran motivación cuando estas personas llegaba con un dato que acababa de ocurrir en el mundo y lo explicaba de la mejor manera. No se quedaban con lo que habían aprendido en la academia, sino que estaban en constante búsqueda de conocimiento.
Me imagino lo frustrante que podía ser para profesores explicar a un montón de personas que muchas veces estaban allí por obligación.
Pero cuando uno veía la pasión de algunos de estos profesores y profesoras, que buscaban siempre nuevos métodos para cada clase, motivaban el aprendizaje. De muchos aprendí varias técnicas que luego apliqué cuando comencé a dar clases. Apasionarse por un tema es contagioso para los estudiantes.
Estoy seguro que todos hemos pasado por la frustración de explicar algo a alguien que no entiende, por más didáctica que sea la explicación. Excelentes docentes tienen ese don de ser pacientes y encontrar el camino para hacerse entender o para guiar a estudiantes a la respuesta correcta.
Una virtud que muchas veces falta en nuestra cotidianidad.
A las y los profesores que más admiro lo hago por su inventiva. Dar la misma clase a diversos cursos o a personas tan distintas requiere de creatividad. Gran cantidad de educadores innovaron en sus métodos, haciendo que sus clases fueran memorables y que retuviera la mayor cantidad de información que impartían. Siempre hay un método para enseñar.
Las y los mejores profesores que tuve sabían cómo inspirarme. Con historias de personas que han utilizado ese conocimiento específico, con ejemplos reales y actuales, sabían que una clase no se trataba únicamente de dar una lección sino de buscar cómo esa información trascendiera de alguna forma para nosotros.
Pasar de la teoría a la práctica, en mi opinión, es lo que hace la diferencia entre educadores. En mi carrera conocí a varias personas que solo enseñaban el conocimiento académico, pero en mi opinión, fueron mejores quienes tuvieron experiencia real en su área, trabajaron para grandes empresas e incluso emprendieron y compartieron estas experiencias con sus estudiantes.
Hablaban desde la experiencia, desde sus errores o logros y eso ayudaba mucho a entender la importancia de sus lecciones.
Un profesor o profesora que enseña presencialmente se diferencia, de otro que enseña online, principalmente en el contacto directo entre profesores-estudiantes. Pero es notable que muchos de las personas que enseñan virtualmente son extremadamente cuidadosos con sus lecciones, piensan muy bien la forma en que darán sus conceptos y que estos queden claros.
Además, como en el caso de Platzi, son personajes que tienen una gran trayectoria en los campos que enseñan, y así, todos los días, nuestros educadores construyen un ecosistema de aprendizaje con su compromiso por difundir conocimiento y su gran aporte por transformar la economía de todo Latinoamérica a través de la educación.
Estas son muchos ejemplos de lo que puedes aprender de tus profesores, además, tus profes tienen fortalezas que no cualquier persona puede poseer. Te dejamos aquí algunas ideas, así puedes identificar cuáles son:
Por eso, hoy en su día, recordamos esta labor en la que destacan no solo por su experiencia, sino por su capacidad de demostrarnos la importancia de nunca parar de aprender. Celebremos a todas las personas que dedican su tiempo a enseñar, que marcaron y cambiaron no solo nuestro futuro profesional, sino nuestra vida.
Cuéntanos en la caja de comentarios cuál es ese profesor o profesora que más te ha inspirado y por qué.💚
Yo odiaba la electrónica cuando estaba en la secundaría, y en mi segundo año tuve un profe que me hizo amar la electrónica a tal punto que me egresé con las mejores notas en esas materias jeje
Profesor de Ingles y aleman que nunca paraba de aprender y programaba juegos para que aprendiesemos.