Vero Calderón pasó por nuestros micrófonos para echarnos el cuento. Nos habló, entre otras, de cómo se inició en el periodismo, algunas anécdotas que la han hecho reír y llorar en el ejercicio de su oficio y nos abrió su corazón para dejarnos descubrir las cosas que la inspiran y la hacen soñar.
En este episodio, hablamos sobre las presiones propias del mundo de los medios, la responsabilidad que implica ser una figura pública por cuenta del oficio –o no necesariamente por decisión propia–, y sobre la alegría de saber que ha llegado nuestro turno de escribir la historia que contarán quienes nos sucedan.
No es sorprendente que las historias de Verónica resultaran impactantes, chocantes y muy emotivas por momentos, porque, cuando el oficio es sobre la gente y para la gente, entonces se piensa que quien lo ejerce no hace parte de la realidad sobre la que cuenta ni se ve afectado por ella. Qué difícil pensarse por fuera de algo a lo que a fuerza se pertenece y sentirse desprovisto de la humanidad que lo reclama. No puedo pensar en un oficio más demandante emocionalmente que el periodismo.
Me inspira y me encanta la tranquilidad de Verónica. Disfruto verla cuando balbucea y se enoja y se indigna mientras escribe las notas de turno: me deja ver toda la humanidad que se estima imposible en su profesión. En la charla con ella aprendí que otras violencias son posibles y suceden. Algunas están a la vista de todos. Otras nos consumen desde adentro, como si nos hubiéramos tragado el cáncer sin darnos cuenta.
En este episodio llegamos a imaginar finales ideales para las historias que nos hirieron en el pasado, cuando éramos nosotras mismas, pero en otro momento y en otro espacio. Queremos pensar que está bien crecer y cambiar y transitar tantos caminos como sean posibles, hasta encontrar uno que nos satisfaga… o ser nómadas de las ideas por siempre, si es que eso nos hace felices.
Mi brindis de hoy es por las mujeres que, aun partiendo desde un lugar distinto, deciden vivir siguiendo sus propias reglas. 🍸
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Durante este episodio, Verónica se inventó el término “Buenópata”. El contexto es interesante, por lo que te invito a que lo escuches de su propia boca en el podcast, pero acá está la definición, ahora parte del diccio de La Eme.
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Muy buena nota 😄