¡Acompáñame a vivir esta historia!
Estás en un restaurante. Tu orden está tardando más de lo normal. Te aburres de hacer scroll en tus redes sociales. Decides guardar tu móvil y levantar la mirada. Estás en soledad y quieres observar a tu alrededor. Hay dos mesas en frente tuyo y decides prestar atención despreocupadamente y a lo mejor, quieres tratar de comprender lo que está pasando con esas personas; ¡no hay nada mejor que hacer!
En la mesa a tu derecha hay una pareja; están hablando cada uno con la atención puesta en el otro y a tu parecer, su conversación es nutrida y percibes mucha química entre ellos; están a la misma altura, se miran, se prestan atención, no tienen sus móviles ni nada en medio y sus gestos demuestran interés mutuo.
En la mesa del lado opuesto hay otra pareja, pero la conversación es escasa y ninguno de sus integrantes parece estar muy atento a lo que el otro tiene por decir: sus miradas son dispersas, tienen cada uno el móvil en la mano, mochila en medio y postura opuesta.
Empiezas a comparar y concluyes muy rápido que, aún sin escuchar nada de lo que cada pareja dice y sin titulaciones ni maestrías en comunicación, escuchas y observas que sus cuerpos hablan y transmiten un mensaje que es perfectamente comprensible a tus sentidos.
¿Química?
Sí, química pura. Química creada inconscientemente, química por arte de mágia, química innata, espontánea, aparentemente inocente; indiscutiblemente real y presente, química visible a todos.
Decides entonces que quieres descubrir qué hay en la dinámica de cada pareja que te hace percibir tan claramente la conexión y la desconexión. Sigues observando por un rato más y bingo! Descubres que las posturas de la pareja que desborda sinergia, filiación y conexión están alineadas, se parecen, se imitan, danzan y se relacionan de modo muy familiar, casi como un espejo, casi iguales!
Cuando repasas a la otra pareja, tu gran conclusión es que están cerradas a comunicarse, no tienen sincronización corporal y lo concluyes, a raíz de la comparación con la primera pareja, que no hay química, que sus perspectivas no tienen puntos en común y esto se refuerza con sus posturas opuestas y su escaso contacto visual.
¡Reflexiona sobre la química en tus clientes!
Estás descubriendo grandes secretos que gobiernan la comunicación y están presentes en todos los seres humanos, de manera natural y por defecto. Tu cuerpo habla y es un canal de comunicación potente, eficaz y altamente influyente.
Si llevas este ejercicio de observación al plano de tu negocio ¿crees que sería útil?
La comunicación profundamente empática a nivel verbal y no verbal es posible, existe, es magia pura y se llama Rapport. Te resumo en 5 claves la relevancia que te dará aprender ésta técnica avanzada de comunicación en Platzi.
Cuando sabes crear Rapport estás equipado con una habilidad superior que te faculta para ser escultor de relaciones de alto perfil; te conviertes en un diseñador de interacciones con propósito, centrado en la comprensión amplia de tus clientes desde la mirada apreciativa.
Cuando haces Rapport y lo haces bien, tienes el enfoque puesto en la apertura de canales de entendimiento que te lleven a cumplir tus metas a través de relaciones más humanas, más genuinas, más fuertes y más profundas. Estoy segura de que aprender Rapport marcará un antes y un después en tu vida y en especial, en tu relación con tus clientes. Apropiarte del valioso conocimiento del Rapport te hará mirar cada interacción con tus clientes como una preponderante oportunidad para entender su realidad desde su propia perspectiva y cimentar lazos de confianza que te den la solidez en tu argumentación, sea cual sea el mensaje que quieras que tu cliente acepte.
Desde mi extensa experiencia te aseguro que la gran muralla que impide la creación de buenas relaciones con tus clientes está representada en la ausencia de herramientas calificadas de comunicación empática, asertiva y auténtica. La conciencia y el uso del Rapport te será de gran utilidad a la hora de auto conocerte y poner ese auto conocimiento al servicio de tus clientes. ¿Cómo funciona esto? Cuando sabes cuáles son tus maneras preferidas de expresarte, con cuáles lentes estás viendo el mundo y desde qué creencias impulsas tu comunicación, entonces estás capacitado para iniciar la danza del lenguaje empático integral con tus clientes e interpretar mejor sus mensajes, porque ya eres consciente de sus componentes y sabrás cómo crear esa química de modo intencional, hacerlos sentir verdaderamente escuchados, apreciados y honrados y por supuesto, llevar tus posibilidades de relacionamiento a un nivel superior, más cercano y más coherente.
Tengo que recordarte que eres un humano atendiendo humanos, creando relaciones con tus clientes a través del lenguaje y las emociones, con el objetivo primordial de ayudarles y hacer su vida más fácil para que te sigan comprando, te prefieran y te recomienden. El primer paso para lograrlo es encontrar caminos para conectar con ellos de manera más eficiente: pues bien, el camino más corto y el más productivo es el Rapport.
La vida de tu marca son tus clientes. No te diré que saber Rapport y aplicarlo te dará una garantía total de logro pero definitivamente sí te aportará una gran ventaja sobre quien no posee ese conocimiento, no lo transmite y tampoco fluye con la misma facilidad en sus relaciones ni desarrolla la habilidad de engendrar nexos poderosos con sus clientes.
¡Manos a la obra!
¿Has dimensionado el impulso que le darás a tu negocio aprendiendo una herramienta avanzada de comunicación para construir sólidos vínculos de confianza y valor con tus clientes?
¡Adelante, crea tu magia, potencia tu éxito con el conocimiento, aplícalo y logra todo lo que sueñas! Te espero en mi Curso de Rapport para atención a clientes en Platzi. Estaré a tu lado para crecer contigo y acompañarte a descubrir una manera más profunda, más humana y más eficiente de comunicarte con tus clientes y crear relaciones de altísimo valor que te lleven a crear vínculos de lealtad. ¡Te veo allí!
Creando
Amen
Hermoso post para conectar con tus clientes