10 años después que Steve Jobs publicara su carta contra Flash, Adobe anuncia su muerte. Flash será abandonado y todo se debe migrar a HTML5 y Javascript.
En Cristalab, predije la inevitable muerte de Flash y Actionscript y la necesidad de migrar. La respuesta de la comunidad fue agresiva y contraria. Flash era amado e iba a vivir para siempre. Sin él, “la web se rompería”.
Y era verdad. NADA se acercaba ni se acerca hoy al poder original de Flash. En serio. Flash nos trajo esto:
- Un formato estándar de video. Youtube sería imposible sin Flash.
- Video y “webcams” en vivo (Flash Media Server/Live Encoder, RTMP)
- Ustream/Livestream/Twitch
- Juegos: Desde Farmville hasta The Binding of Isaac
- Un Javascript mejor: Actionscript 3
- Realidad aumentada multiplataforma (PaperVision/FLARToolkit)
- Rich Internet Applications (React/Angular, pero hace 10 años)
- UI reactiva con binding de variables observables (Hoy: React)
- Un fin a los Java Applets
Y lo más importante: El primer entorno que reunía en una misma interfaz a programadores, diseñadores y artistas gráficos y de sonido.
Flash es un logro
Odiado por fulminar la batería y “comer mucha RAM” al igual que hoy odias el uso exagerado de JS y videos con autoplay en HTML5. Odiado por “skip intro” y por ser de código cerrado.
Flash fue el primer camino de muchas personas con talento artístico, ganas de programar y amor por aprender intentando. Dibujabas un vector, animabas un poco, agregabas un botón, descubrías Actionscript y a compartirlo con amigos. Aprendías más de eventos, objetos, funciones y flujo. De interactividad, animación y transiciones.
Permitió a muchos entrar al desarrollo de software moderno. Con una curva de aprendizaje suave en la intersección entre diseño, creatividad y código. Sin la barrera que es ir de cero a Ecmascript 6 o React o Unity antes de tener un pequeño prototipo con el que jugar.
Nada reemplaza eso. Muchos, como yo, nunca habrían entrado al mundo web sin Flash.
Gracias a Flash existió Cristalab
En un punto, Cristalab fue la comunidad más grande de diseño interactivo del mundo. Más que Kirupa, FlashLA, Ultrashock y hasta los foros oficiales de Adobe. Con el desuso de Flash, la llegada de Facebook/Twitter y la caída de AdSense, Cristalab fue bajando su autoridad y tráfico.
Hoy, Flash sigue siendo clave. HBO lo usa para que veas Game of Thrones. Flex (“React” en Flash) está presente cuando pagas impuestos, en muchas webs de bancos, en el administrador de VMWare y en el check-in online de decenas de aerolineas. Hasta los “webcam shows” dependen de Flash, aunque cada vez menos con HTML5, EME y WebRTC.
El primer juego que desarrollé fue en Flash. Mi primer cheque grande me lo dio Flash. El administrador interno de Cristalab está hecho en Flex/AS3. Mi primera conferencia fue de Flash. Mi primer auto lo compré gracias a Flash. Igual que mi primer arriendo y hasta mi primer ticket de avión. En Flash dibujé comics, animé proyectos de secundaria, programé sistemas de tracking de barcos, cree juegos real-time para cientos de miles de usuarios y hasta participé en un proyecto que ganó un Cyberlion de Cannes.
Ni Unity, Haxe, React, ES6, Animate o Unreal han creado un entorno integrado tan creativo como Flash. Hoy, 10 años tras la carta de Steve Jobs, Javascript apenas se acerca a las capacidades asombrosas del Flash del 2007.
Es deshonesto e ingenuo criticar como merecida la muerte de una tecnología que cambió el mundo. Una lastima que Adobe le haya dado este futuro a mi plataforma favorita en el mundo.
Gracias Macromedia. Nunca olvidaré el día que descubrí Flash y, con un libro prestado de Flash 4, escribí por primera vez:
on(release)
{
getURL("http://www.cristalab.com/");
}
