Una de las características que hizo de WordPress uno de los CMS más utilizados de la web es su versatilidad y su forma sencilla de administración. La comunidad de desarrolladores se asentó sobre estos dos pilares a lo largo de los años.
Si hablamos de versatilidad, podemos marcar como el hito más importante la integración a su código fuente del proyecto, que comenzó como un plugin, para generar una REST API. En el año 2015, con el lanzamiento de la versión 4.4, esto por fin se pudo implementar y permitió que cualquier tipo de aplicación, desarrollada en cualquier lenguaje, pudiera conectarse con un desarrollo en WordPress.
Sin embargo, en términos de experiencia del usuario, en el administrador se esperaban cambios. Es así que en el año 2017 se publicó por primera vez el plugin Gutenberg Editor. Comenzó como un experimento para mejorar el clásico editor TinyMCE WYSIWIG y que buscaba sumar características que lo volvieran más dinámico e interactivo. Es en este momento que surge la idea/necesidad de implementar bloques. Los bloques cumplían con la necesidad de representar un fragmento de HTML y podían comprender todas las partes que forman la estructura de WordPress.
¿Por qué React?
Se debía tomar una decisión sobre qué tecnología se aplicaría para desarrollar esta nueva herramienta. La búsqueda llevó a decidirse por React por los siguientes motivos:
Cumple con las características requeridas para la definición de bloques desarrollada previamente.
Según se explica en la documentación de Gutenberg, esta librería de JS “en su forma más básica proporciona un mecanismo simple de ingreso y salida”. Es decir que, según las propiedades enviadas al bloque, se define la salida que debe mostrar en la web.
La implementación de React no obliga a modificar el Código Fuente de WordPress y permite su aplicación con cambios en puntos muy concretos del mismo, lo que garantiza preservar la compatibilidad de plugins y temas.
Por otro lado, su fácil integración con Redux permite incorporarlo para generar aún más dinamismo en los bloques.
La controversia
La incorporación de Gutenberg al Código Fuente, en la versión 5.0 de WordPress, generó amantes y detractores en el acto. Si bien se anunció con tiempo y se tomaron varios recaudos, como generar un plugin que tendrá soporte hasta 2021 para revertir el cambio, no logró contentar a toda la comunidad.
Como casi siempre que hay un cambio radical en un servicio, las principales dudas rondan en torno a la curva de aprendizaje, el necesario desacostumbramiento de un modelo que usamos cotidianamente y, en este caso en particular, a que WordPress empieza a competir con los editores visuales clásicos como Elementor, Visual Composer o Divi.
El desafío

Gutenberg invita a que la comunidad nunca pare de aprender y eso marca el buen rumbo que tomó el CMS. La necesidad de incorporar herramientas modernas como React, Redux o JSX y los nuevos conceptos, como componentes o bloques, van a marcar una mejora en la calidad profesional de quienes no se resistan al avance y va a requerir un esfuerzo colectivo para seguir avanzando hacia el prometedor futuro que WordPress pone en el horizonte de la comunidad.
Curso Profesional de WordPress