PlatziConf 2018 fue el centro de muchas charlas sobre tecnología, tomadas desde diversos puntos de vista. Uno de los que me pareció más interesante fue el de Anahí Salgado, profesora en Platzi, que lo abordó desde la educación familiar y la tecnología para los niños.
¿Está mal estar conectados todo el día al móvil?
Una pregunta que nos ayudó a abordar el tema, pues cada vez nos vemos más inmersos en el mundo digital. Seguramente nos ha pasado a todos que vemos niños muy pequeños completamente absortos en sus dispositivos móviles. Para algunos, eso puede generar admiración por su capacidad a tan corta edad, para otros indignación pues asumen que esto implica una desatención por parte de sus padres en el proceso de aprendizaje.
Somos una generación que carga con otros intereses, tenemos necesidades muy diferentes. Por ejemplo, la necesidad de estar conectados la mayor parte del tiempo dadas nuestras diversas ocupaciones.
Cuando entendemos que funcionamos de manera diferente de nuestros padres, al igual que ellos de sus padres, podemos estar mejor preparados para ser unas figuras adultas con mejor impacto en los más pequeños.
Casi todos somos ejemplo para algún niño o niña: hijos, sobrinos, nietos. Ellos aprenden de nosotros y es algo que no podemos perder de vista. Es otro tipo de aprendizaje para nosotros: ¿cómo ser un buen ejemplo y qué herramientas les estamos heredando a ellos?
El avance tecnológico no se va a detener. Es más, si miramos detenidamente, su crecimiento es exponencial. Lo que es natural para nosotros hoy, para las futuras generaciones puede llegar a ser obsoleto.
Anahí dice algo que me parece muy interesante en su charla: “Ser mamá me ha llevado a preocuparme sobre cómo aprenden los niños sobre tecnología”.
Tal vez todos, como tíos, padres, hermanos, como figuras adultas de muchos niños en nuestra familia o de las familias de nuestros amigos, podemos tener esa misma preocupación en la cabeza e incidir en ese aprendizaje para que ellos estén mejor preparados para enfrentar su futuro.
La tecnología no tiene por qué convertirse en enemiga de la familia. Todo lo contrario puede ser la mejor aliada en estos momentos. Estaríamos más conectados, más pendientes de los que queremos.
Con este avance del que hablamos, los niños han desarrollado problemas que les afectan su desarrollo. Hiperactividad, insomnio, depresión, dificultad de concentración son estos males que no pueden convertirse en excusa para aislarlos de la tecnología.
Recordemos que nuestra generación tuvo que aprender a conectarse y a construir el mundo digital, mientras las nuevas generaciones nacen completamente inmersas.
Es aquí dónde viene el rol más importante: educar a los niños a reaccionar, usar y crear con la tecnología.
Anahí nos cuenta de un nuevo proyecto que venimos trabajando, llamado** #PlatziKids**:
“Comunicación, trabajo en equipo, pensamiento crítico, creatividad. Estos son los pilares que buscamos trabajar en nuestro nuevo proyecto”-
Y ustedes, ¿cómo ayudan a que los pequeños de sus casas aprendan a usar la tecnología de manera responsable?