La Web3 está en la mira de los grandes corporativos, empresas y startups, el uso de la blockchain hará que sea posible almacenar datos de sus usuarios en la cadena de bloques, de manera descentralizada y su uso por parte de las empresas sea transparente.
Como entusiastas del diseño, vale la pena analizar qué significa esto para la experiencia de usuario y cómo deberíamos afrontar este nuevo reto.
A estas alturas, seguramente ya has escuchado acerca de la Web3 infinidad de veces y como yo te preguntaste: si ya están construyendo la Web3, ¿qué pasó con la Web1 y Web2? ¿En qué consisten?
Comencemos por hacer un recuento de la evolución de Internet hasta nuestros días, para tener una idea de los desafíos que los diseñadores enfrentaron en ese momento y cómo los manejaron.
Cuando apareció la Web 1.0 en los años 90, era en su momento una herramienta innovadora y que cobró gran importancia en el mundo. Los primeros portales de Internet que eran un conjunto de hipervínculos y solamente un afortunado grupo de personas creaban todo el contenido de la web, los usuarios eran pasivos y el diseño era casi nulo, los sitios web estaban enfocados mostrar datos estáticos.
En el año 2.000 se hace presente la Web 2.0. Esta iteración de internet, permite la interacción entre páginas web y usuarios, ahora es posible subir fotografías a redes sociales, llenar formularios y ¡hasta diseñar y construir nuestros propios sitios web!
Internet se convierte en una plataforma colaborativa, en la que todos los usuarios pueden contribuir y se da el nacimiento de las redes sociales en plataformas centralizadas.
Comenzamos a experimentar una mayor participación y personalización de contenidos por parte del usuario lo que lleva a los diseñadores a preocuparse ya no sólo por la parte visual o estética, ahora también se empieza a diseñar cuidadosamente una experiencia para las personas usuarias que interactúan con su sitio web o aplicaciones.
3a generación de Internet, descentralizada, más segura, inmutable, privada, mejor conectada. Ya no dependemos de servidores y bases de datos. ¡Somos propietarios del contenido!
Los usuarios ya no dependen de plataformas centralizadas, ahora la blockchain, una especie de libro de contabilidad público mantenido por código abierto y alojado en redes informáticas descentralizadas es el guardián de la información y ninguna entidad o plataforma es propietaria de nuestros datos personales.
Aún no hay un consenso universal de cómo deberá construirse la Web3 ni sus principios de diseño, pero podemos comenzar planteándonos cuestiones básicas como el cambio de mindset que implica a un humano promedio entrar al mundo de la Web3.
Es innegable que una persona sin conocimientos técnicos se siente fácilmente excluida y abrumada por la cantidad de tecnicismos utilizados para referirnos a acciones tan simples como adquirir una criptomoneda o una propiedad digital registrada en la blockchain.
Ante este pain point, podemos responder con empatía ante nuestros usuarios, ponernos en sus zapatos y pensar como principiantes en este mundo nuevo que es la Web3. Podemos diseñar productos digitales con términos comprensibles o convertirnos en educadores de nuestros usuarios y enseñarles con paciencia y cariño los términos que deben comprender mediante analogías, mini guías de uso o glosarios de términos frecuentes.
La empatía también aplica hacia nuestros compañeros front-end y backend developers con quienes debemos mantener muy buena comunicación y una estrecha colaboración, para conocer las limitaciones que implica para ellos desarrollar en la cadena de bloques.
Para asegurar una pronta adopción de las tecnologías de la Web3 debemos trabajar en la usabilidad y experiencia de usuario en este espacio relativamente nuevo y desconocido por la mayoría de los usuarios del actual internet.
Es imperativo disminuir la sensación de complejidad ante los procesos propios de la Web3, nuestros usuarios no tendrían porqué sufrir al hacer una transacción en la Blockchain al enfrentarse a la incertidumbre de saber si la dirección pública de su wallet (consistente en 42 letras y números seleccionados aleatoriamente) fue ingresado correctamente o no.
La misma situación se vive al momento de guardar cautelosamente las 12 a 24 palabras que conforman una frase semilla (seed phrase) para respaldar la información contenida en nuestro monedero de criptomonedas (wallet).
La lista de carencia de usabilidad en los procesos de la Web 3 parece infinita, es por ello que debemos comenzar por aprender los principios básicos de usabilidad de la Web2 para tener bases firmes sobre cuál construir la web del futuro.
Es necesario mejorar la experiencia de nuestros usuarios para conseguir una mayor implantación de la próxima revolución de internet.
Te invito a tomar el Curso de Usabilidad para que comiences a implementar las mejores prácticas y mejores la conversión en tus productos digitales.
Participa y comparte tus comentarios y efectúa consultas en nuestra comunidad en Discord. Tus compañeros y compañeras te esperan para dialogar al respecto.
¡Nunca pares de aprender! 💚
Muy importante el uso y seguridad de nuestros activos descentralizados, las contraseñas de nuestras wallets, y lo atractivo que suena poder exhibir nuestras obras NFTs en diversos sitios de la web3 y así poder recibir ganancias atraves de los mismos, algo que era inimaginable décadas atrás, muy buen artículo.
Impresindible para que los que no conocen de blockchain y web3 puedan adaptarse de manera rápida.
Existe algo así como un Analista de Datos en base a Blockchain?
Hola Matt, todo lo relacionado con Web3 se conecta con una tecnología o una combinación de tecnologías, por tanto, cualquier disciplina o rol profesional es perfectamente replicable en este contexto. Existen roles como diseñadores, desarrolladores, ingenieros, gerentes de proyectos, científicos de datos, investigadores, etc. relacionados a Blockchain.
Muchas gracias por tu tiempo en responder mi pregunta. Suerte!