Siempre estar dispuesta y pendiente del cambio. Ya que en cualquier momento nuestra situación puede ser otra; deseable o no, depende de lo preparados que estemos o de la gestión que hayamos realizado para la misma.
Hay realidades simultáneas que pueden estar relacionadas. Observarlas para poder intuir su tendencia tanto en el corto, mediano y largo plazo.
No quedarse en un solo lugar, todo es un constante movimiento. Ser receptores y procreadores del futuro que nos espera.