Cuando empecé a estudiar mi carrera y a lo largo de la mayoría de ella mi vocación estaba lejos de la programación, no me gustaba para nada. Luego en mis primeras experiencias laborales me enfoqué en documentación y manejo de información a través de Excel y motores de bases de datos ya que aún seguía con mi apatía por programar. Decidí que quería dedicarme a las redes de computación porque me parecía dinámico e interesante el ir de un lado al otro instalando, y configurando cosas, podía estar en constante movimiento y así entendí que le huía a estar sentada todo el día tirando tecla.
Después de más de 4 años de trabajo tuve que salir de mi trabajo como analista de información por motivos de fuerza mayor y, entre las opciones que me presentaron, encontré una oportunidad para programación. Así que me puse las pilas a aprender lo que quería evitar a toda costa. En ese entonces no existían roles ni de backend ni frontend así que era lo que salía. No me fue muy bien al principio tengo que reconocerlo, me demoraba semanas haciendo algo que a una persona de un nivel más o menos bueno le lleva pocos días y me sentí frustrada por eso muchas veces. Pero por cuestiones de la vida el frontend del grupo tuvo que salir, tomé su lugar y gracias a la buena relación que tuve con él le aprendí algunas cosas. Debido a un poco de disciplina y a que era la única en el grupo con la suficiente paciencia y creatividad para la labor, empecé a destacar en eso.
Siempre he tenido problemas con la mano derecha del jefe (hoy en día director del grupo) puesto que me encasillaba como frontend y que no era lo suficientemente buena para programar “en serio” como solía expresarlo. Pero debido al crecimiento del área y con la llegada de nuevos proyectos, se requería de más personas backend pero en los procesos de selección (precisamente dirigidos por el personaje en cuestión) no se encontraban “buenos” candidatos y a eso se le sumaba que muchos compañeros se estaban retirando por el ambiente de trabajo (por la misma persona). Así que poco a poco he ido metiéndome en lo que me decían que supuestamente no iba a poder y he aprendido muchísimo de algunos de mis compañeros y por mi propia cuenta, con lo que puedo decir hoy en día que puede que no me apasione por completo programar, pero si le he cogido mucho cariño al tema.
Mis metas para un futuro cercano son el de prepararme como líder porque siento que mi grupo no tiene uno y necesita de mucha organización en varios aspectos y, si bien quizás no sea posible ascender a un cargo administrativo por cuestiones de nepotismo, quiero colaborarles a mis compañeros para entre todos crecer como equipo. Claro está que también tengo en mis planes mejorar mi desarrollo como full stack porque siento que soy buena en ambos sentidos de la programación. Por otra parte, con los cursos que llevo de Platzi he pensado seriamente en tomar en cuenta habilidades espejo que en este caso serían diseño y UX, así que lo que viene es estudio y práctica…