Es muy común que las personas tengamos cierta resiliencia a recibir y dar ideas, opiniones, o compartir nuestros sentimientos, sobretodo en el ámbito laboral. Por eso es importante aprender a ser más abiertos y empaticos con lo que nos tengan que decir los miembros del equipo.
El hecho de que una persona sea líder no significa que sepa todo de como se realiza el trabajo o que su palabra sea la única que importe. Cada miembro del equipo es parte fundamental para lograr objetivos y metas, pues cada uno de ellos tiene ideas, pensamientos, incluso sentimientos que ayudan que exista un ambiente de confianza y armonía en el trabajo.
Para lograr una escucha activa como líder, es necesario:
1.- Poner atención a los que nos dicen las personas.
2.- Asegurarse de comprender el mensaje que nos quieren dar.
3.- No interrumpir, juzgar o minimizar la importancia de lo que nos están hablando.
4.- No llegar al punto de dar consejos o soluciones si no nos lo piden.
Esto no solo ayudará a la comunicación, también podremos conocer al equipo y ser más autocríticos.