Delegar actividades puede representar un reto para líderes con gran necesidad de control inspirada por el individualismo, el miedo y la falta de confianza. Sin embargo, también es fundamental para el crecimiento de un equipo y el desarrollo de dinámicas que vuelvan más asequible la consecución de objetivos.
Primero. Es importante REFLEXIONAR sobre si una tarea es DELEGABLE o no. Es decir, si es una actividad que puede ser ejecutada de forma óptima por algún miembro del equipo.
Segundo. Una vez habiendo realizado el primer ejercicio, DETERMINAR quien es el miembro con las APTITUDES, técnicas, de conocimiento, actitudinales, más adecuadas para desempeñarla.
Tercero y Cuarto. A toda responsabilidad le corresponde una autoridad de igual tamaño. Es importante definir las responsabilidades que el miembro adquiere al haberle designado una labor, pero es igualmente importante poner en claro la autoridad que eso implica.
Quinto. Accountability. Rendir cuentas es parte fundamental del ejercicio de delegar actividades y dejar en claro los puntos a seguir, dotándolos de cualidades medibles creará un mecanismo de rendición de cuentas que facilitará la visualización de logros, errores y áreas de oportunidad. Establecer objetivos medibles para la rendición de cuentas despeja el panorama tanto para quien desempeña la labor como para quien la delega, dejando en claro qué es lo que se espera de la labor, sin dejar de mencionar que es clave para el crecimiento del equipo y la empresa de la que forman parte.
Para librar batallas es importante dejar de lado las ideas egocéntricas y trabajar en equipo. No lo dudes, DELEGA. ¿Quieres mantener todo en orden? Estructura las actividades de manera gráfica y establece objetivos medibles. ¿Temes que lo haga mal tu compañero de equipo? El también puede temer equivocarse, pero mientras más confianza se establezca en un equipo, más logros en conjunto se pueden conseguir.