Un buen líder aprecia los logros individuales y grupales, reconociendo el esfuerzo y motivando lo que fortalece la moral del equipo.
De esta manera cuando ofrezco retroalimentación constructiva, estoy proporcionando una orientación que ayuda a mejorar señalando tanto lo que funciona bien como las áreas de mejora.
Confiar en el equipo, es necesario ya que un buen líder no lo hace todo, es necesario asignar tareas teniendo en cuenta las habilidades y potencial de cada persona, lo cual aumenta su confianza y sentido de responsabilidad, promoviendo la autonomía del equipo y el espacio para tomar decisiones dentro de sus áreas de responsabilidad.