Estoy a cargo del departamento de marketing de la empresa, el cual inicialmente contaba con solo dos personas debido a la pandemia. Asumí el cargo y, con el tiempo, fui desarrollando mi equipo. Dada la creciente demanda y volumen de trabajo, solicitamos la incorporación de más personal, y actualmente tengo a tres personas bajo mi responsabilidad. Aunque no es un equipo grande, el área de marketing interactúa con todas las demás áreas de la empresa.
El último miembro que se incorporó, a quien llamaremos Miguel, pasó por un periodo de prueba de tres meses. Su principal responsabilidad era la creación de contenido, tarea que desempeñó de manera competente. Sin embargo, surgieron dificultades cuando Miguel tuvo varios roces con colaboradores de distintas áreas, lo que generó rumores sobre su carácter y comportamiento. Aunque Miguel mostraba una gran disposición para la acción, no podía ignorar las incomodidades del personal.
Dado lo delicado de la situación, decidí reunirme con Miguel, y también solicité el apoyo del gerente general y el jefe de recursos humanos para recibir orientación sobre cómo proceder. Durante varias conversaciones, le expliqué que los aspectos personales son clave para el buen desempeño dentro del equipo, y que, de no trabajar en su actitud, esto podría afectar el avance de su labor y el ambiente de trabajo.
Al llegar al final de su periodo de prueba, observamos que, aunque los números y el potencial de Miguel eran notables, no podíamos pasar por alto las opiniones del equipo. Ignorar estas críticas podría generar conflictos internos y dañar la imagen del departamento de marketing. Por ello, llegamos a un consenso con gerencia: se le brindaría una segunda oportunidad, pero bajo nuevas condiciones. Miguel se tomaría 15 días de descanso, durante los cuales tendría tiempo para reflexionar sobre su comportamiento. Se le aclaró que debía trabajar en sus actitudes y en cómo comunicarse, ya que la forma en que se expresa es igualmente importante. Además, se le ofreció la posibilidad de hablar con recursos humanos si necesitaba apoyo en su desarrollo personal.
Esta decisión fue tomada con la intención de no desperdiciar su potencial, pero también con el compromiso de mantener un ambiente laboral saludable, especialmente considerando que algunos miembros del equipo llevan más de 10 años en la empresa. Fuimos honestos con Miguel sobre las expectativas y se evaluará su desempeño durante esta segunda oportunidad.