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Delegar no es solo repartir tareas como si fueran cartas de una baraja. Es confiar, crecer juntos y dejar de ser el “héroe multitareas” que termina agotado. Aquí los pasos que considero clave para delegar actividades de manera efectiva:

1. Elige qué soltar (sin culpa)
- Piensa en ti: ¿Qué te quita el sueño o te hace quedarte hasta tarde? Esas tareas repetitivas (como ese informe que odias hacer) son candidatas
perfectas.
- Piensa en ellos: ¿Qué podría ayudar a alguien de tu equipo a brillar? Quizás María quiere aprender a manejar datos, y ese informe es su
oportunidad.
- No delegues: Lo que solo tú puedes hacer (como firmar un contrato clave) o lo que es urgente para ayer y no hay margen de error.

2. Elige a la persona, no al "quien tenga tiempo"
No se trata de descargar trabajo, sino de sumar oportunidades:
- Habilidades vs. ganas: A veces, alguien con menos experiencia pero más motivación hará magia.
- Pregúntales: “Oye, ¿te interesaría liderar esto? Creo que podrías aportar mucho”.
- No satures: Si Luis ya está hasta el cuello de trabajo, no le des otra cosa… ¡a menos que le quites algo primero!

3. Explica como si tuvieras 5 años (pero con respeto)
Olvida el “haz esto y punto”. Mejor:
- Contexto: “Necesito este informe porque con los datos vamos a decidir el presupuesto del próximo trimestre. ¿Ves por qué es importante?”.
- Expectativas claras y humanas:
- Plazo: “¿Crees que para el viernes al mediodía te funciona? Si ves que no, avísame el miércoles para ayudarte”.
- Formato: “Usa la plantilla verde, pero si se te ocurre una manera mejor de presentar los datos, ¡me encantaría verla!”.
- Pregunta: “¿Qué necesitas de mí para que esto salga bien?”.

4. Suéltale la mano… pero no lo abandones
- Da herramientas, no solo instrucciones: “Te comparto la carpeta con ejemplos pasados y el contacto de Ana en finanzas, que es una crack y te
puede ayudar”.
- Permítele cometer errores (controlados): “Si el cliente pregunta por el descuento, tú decides hasta un 10%. Si piden más, me avisas y lo vemos
juntos”.
- Si preguntas cada dos horas “¿cómo vas?”, lo estresarás. Mejor: “¿Quieres que revisemos un borrador el jueves?”.

5. Celebra los avances (incluso los pequeños)
- Reconoce el esfuerzo, no solo el resultado: “Gracias por quedarte hasta tarde ayer, sé que fue un día pesado”.
- Feedback con cariño (y sandwich):
Pan: “¡El diseño del informe quedó genial!”.
Relleno: “Ojo, los datos de la página 3 no coinciden con la fuente. ¿Necesitas ayuda para cruzarlos?”.
Pan: “Pero en serio, se nota tu atención al detalle en el resto”.
- Aprende juntos: “¿Qué te pareció el proceso? ¿Qué cambiarías la próxima vez?”.

Tips para los que les cuesta soltar control (como yo antes)
- Empieza con algo pequeño: Delega una tarea de bajo riesgo para ganar confianza.
- Respira y confía: Si alguien lo hace diferente a ti, no significa que esté mal. ¡Quizás es mejor!
- Recuerda: Delegar no es perder poder, es ganar tiempo para lo importante (y que tu equipo se sienta valorado).

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