Como líder, puedes enfrentarte a algunas situaciones específicas con personas colaboradoras que involucran temas sensibles. Por ejemplo: identificar que algún colaborador está pasando por una situación personal difícil, temas de salud personal, o algunos otros temas que pueden impactar directamente en su bienestar, e indirectamente en el bienestar y el rendimiento del equipo.
Clarifica en tu mente cuál es la situación que estás identificando sin emitir algún juicio. Evita adoptar la idea de “esta persona está enferma” o “esta persona no trabaja bien.” En su lugar, identifica cuál es la acción u omisión que estás percibiendo. Por ejemplo “desde hace una semana, me da la impresión de que esta persona no se siente bien.”
Identifica un espacio privado y seguro en donde puedas conversar con la persona colaboradora sobre el tema en cuestión.
Invita a la persona colaboradora a conversar al espacio del paso 2.
Antes de iniciar la conversación, hazle saber a la persona colaboradora que quieres conversar de un tema que llama tu atención y que lo que más te interesa es su bienestar y seguridad, y que de ninguna manera tienes la intención de hacerle sentir incomodidad. También hazle saber que pretendes tener este acercamiento para saber cómo poder apoyarle, pero que no está obligada a hablar del tema contigo si no lo desea en ese momento.
Lo mismo que identificaste en el paso 1, comunícalo asertivamente en este paso. Recuerda, vas a comunicar las acciones u omisiones, no vas a definir a la persona. Ejemplo: “desde hace aproximadamente una semana, me da la impresión de que no te sientes bien, y me preocupa tu bienestar.”
Permite a la persona colaboradora emitir su respuesta. Si lo desea, te dará más detalles. Si no desea hablar del tema o no desea dar más detalles, no insistas y respóndele que comprendes cómo se siente y que si desea hablar contigo después, estarás ahí para escucharle.
Si la persona colaboradora detalla su situación, pregúntale cómo puedes ayudarle y ofrece tu ayuda.