Introducción:
Cuando una aplicación cambia de responsable —por ejemplo, del equipo de desarrollo al equipo de soporte, o de un proveedor a otro—, se inicia lo que llamamos un proceso de transición. Este proceso debe asegurar que todo el conocimiento, accesos, pendientes y documentación de la aplicación sean entregados de forma clara y completa, para que el nuevo responsable pueda gestionarla adecuadamente.
Sin embargo, este tipo de procesos suelen ser complejos y pueden generar incertidumbre o retrasos si no se hace un seguimiento adecuado. En este tutorial, compartiré los pasos que yo sigo para asegurar un seguimiento efectivo durante una transición, con base en una experiencia real de mi trabajo.
Paso 1: Asegúrate de tener claro qué se transfiere.
Antes de pedir avances, asegúrate de entender qué componentes hacen parte de la transición:
Paso 2: Solicita un plan de transición claro.
Pide al equipo responsable de la transferencia, un plan, algo asi:
Esto te permite tener una guía para hacer seguimiento sin depender de respuestas informales:
Paso 3: Establece puntos de control (checkpoints)
No esperes hasta el final del proceso. Agenda reuniones cortas de avance (pueden ser semanales o quincenales).
En cada una, revisa los ítems del plan, los cumplidos y los pendientes. Toma acta o deja constancia por correo.
Paso 4: Documenta y centraliza la información
Para que el conocimiento no se pierda, asegúrate de que lo que se comparte quede en una herramienta accesible:
Paso 5: No temas pedir claridad (ni insistir)
En mi experiencia, a veces no se entregan detalles por suponer que ya los conocemos.
Frases como:
son muy útiles para evitar vacíos de información.
Paso 6: Cierra formalmente el proceso
Una vez entregado todo, asegúrate de que se deje una constancia del cierre.
Puedes hacerlo por medio de un correo o acta donde se indique:
Esto te protege a futuro y da confianza al equipo que recibe la aplicación.
Conclusión
Liderar un proceso de transición, especialmente en un entorno técnico o con múltiples actores, implica más que coordinar actividades: requiere comunicación clara, seguimiento constante y, sobre todo, liderazgo desde la gestión. Esta experiencia me mostró que anticiparse a los cuellos de botella, solicitar avances de forma respetuosa pero firme, y mantener a todos informados, genera confianza en el equipo y asegura que los objetivos se cumplan en el tiempo esperado. Espero que este paso a paso te sirva como guía y te inspire a tomar un rol activo en tus propios procesos de transición.
Gracias