Uno de los retos más grandes que he tenido como lider, ha sido incrementar la productividad de mi grupo de trabajo de la universidad. En un caso particular, teníamos el objetivo de desarollar un prototipo de software en conjunto, para que los miembros más inexpertos aprovecharan para aprender. Decidimos los objetivos y la visión como un equipo, y nos asignamos las tareas. Sin embargo, llegados el tiempo del primer deadline, no se había realizado las tareas asignadas y los miembros junior estaban perdidos. Como el siguiente deadline estaba encima, los miembros más experimentados tuvimos que hacernos cargo del desarrollo del prototipo de forma intensa. Todo salió bien al final, pero me quedó la pregunta:
_¿Qué pasó, si todos parecían bien, comprometidos? y así mismo, ¿cómo puedo mejorar, e impedir que vuelva a pasar una situación similar? _
La respuesta sigue en desarrollo. Pero, de este caso, he aprendido mucho. En un primer momento, pensé que la culpa había sido la planificación, que no había colocado las fechas límites adecuadas. Que no teníamos el tiempo adecuado para el desarrollo. Si era así, mejorando mi gestión del tiempo y mis habilidades de planificación ya sería suficiente. Más adelante, sin embargo, pensé que también fue la falta de compromiso de los miembros de mi grupo, ¿por qué no? Pero si era así, ¿cómo yo podía mejorar? ¿Qué tenía que hacer diferente? Elegir mejores miembros, ¿tal vez?. No fue hasta que reflexioné con este curso de Liderazgo que di con otro forma de verlo: Comunicación.
La comunicación de nuestro grupo impactó en el desarrollo del prototipo, desde los canales de comunicación hasta la escucha activa. Aunque teníamos números de telefonos, servidor de Discord, grupo de WhatsApp, emails; la verdad era que no teníamos esa pausa de 10 minutos diarias para saber el estado del proyecto, para recibir ese feedback en corto plazo, antes que llegara el deadline. Por lo tanto, aunque nos escribiesemos acerca del proyecto, no había esa visión global del prototipo. La reunión de 10 minutos para escuchar activamente y para conocer cómo están los miembros y sus tareas, permite observar la realidad del proyecto, sí, pero también permite observar la realidad de los miembros. Con estos mini-seguimientos, se puede conocer si un miembro necesita soporte para resolver una dificultad, y de este modo, mejorar la situación indvidual antes que pase factura al proyecto. La comunicación es una herramienta clave que enseña este curso de Liderazgo.
Aunque el prototipo ya quedó olvidado, las lecciones que aprendí con él, y la reflexiones que obtenido a través del curso, son piezas fundamentales para mi gestión de equipos con el rol de lider o como colaborador con liderazgo: Invertir en comunicación efectiva, es aumentar la productividad de un equipo.