Personalmente no he tenido muchas oportunidades para liderar un equipo más que cuando construí proyectos con amigos. Pero una de las cosas más dificiles fué la comunicación y el sentar objetivos concretos y medibles, además de haber pasado a la acción real; la convivencia era genial y además de ello teníamos muchas ganas de salir adelante, pero al momento de concretar la adquisición de clientes y de ya empezar a mover el proyecto adelante nos veiamos estancados en el exceso de análisis sin siquiera intentar algo tangible, y por último la tolerancia a la frustración en mi era tan baja que terminaba abandonando cuando el equipo más me necesitaba.
En este curso me dí cuenta de muchas cosas que hacia mal, desde mi tendencia controladora, hasta mi falta de conocimiento a la hora de manejar un equipo y definir buenos objetivos. Aprendí muchísimo de mi mismo y de que tengo que mejorar mi escucha activa, además de darme muy buenas herramientas conceptuales para poder hacerlo y estoy en ello, el poder darme cuenta de las fortalezas y bondades de cada persona que me rodea. Aprendí a ser más empático y a no dejarme llevar por mi conversación interna acerca de los demás para poder apreciarlos realmente.