"Nada de lo que estudies es tiempo perdido": entrevista a Claudia Alderete

Hablamos con Claudia Alderete, profesora del Curso de Content Marketing. Nos contó sobre su camino a la independencia profesional, y de cómo mantenerse abierta a los cambios ha sido la clave en su crecimiento.

Claudia es argentina. En su niñez fue muy aplicada en la escuela, le gustaba aprender y siempre le costaron mucho las matemáticas. Es uno de sus grandes pendientes.

“Ahora siendo adulta entiendo que el problema con el aprendizaje de las matemáticas, es muchas veces una cuestión de pedagogía que de capacidad del estudiante”.

El camino para ser profesional en Marketing Digital: el poder de lo aleatorio y arriesgarse

Al terminar la escuela secundaria, Claudia Alderete tenía 17 años y tuvo que decidir qué quería estudiar. Su primera decisión fue estudiar Ciencias Políticas, en su casa se hablaba mucho de política pues sus padres fueron exiliados por la dictadura de Pinochet en Chile.

Claudia hizo el ciclo básico, un año que es común para todas las carreras universitarias. Allí aprendió de psicología, sociología, entre otras cosas. En palabras de Claudia “Nada estudiado es tiempo perdido, estudiar te hace conocer gente, te hace leer, te hace pensar y aprendes a pensar críticamente sobre el mundo en el que vivís, te ayuda a entender en dónde te parás en el mundo”.

Luego de estudiar Ciencia Política por un año y un trimestre, Claudia se encontraba en una encrucijada luego de abandonar su carrera, ¿Qué debo estudiar ahora?. Un test vocacional le revelaría que el periodismo sería el siguiente paso. A Claudia el periodismo siempre le pareció apasionante pues mezclaba la curiosidad y la relación con las palabras, dos características de su personalidad que le han ayudado en su carrera profesional.

Estudiando Periodismo, Claudia tuvo su primer acercamiento con Internet. La Universidad en la que estudiaba tenía un laboratorio de tecnología experimental. Allí Claudia creó su primer correo electrónico. De hecho ella recuerda el momento exacto cuando alguien le explicó el concepto de buscador, que en ese momento era Yahoo.

¿Qué recuerdas de ese primer acercamiento a Internet?

El concepto de buscador me voló la cabeza ¿en dónde busca? ¿dónde está?, el cyber espacio, el hiperlink, todo esto me era totalmente ajeno. La Universidad tenía algo muy interesante y es que tenía una sala propia de computadores, allí me conectaba con una contraseña y un usuario a enviar mensajes y para mi era como ¡Dios mío, esto es el futuro!, estoy viviendo en “Los Supersónicos”. Ni hablar cuando tuve mi primer computador en casa, un PC. Yo ya había tenido uno a los 6 años, una Spectrum, que no tenía memoria RAM, había que conectarla a la pantalla del televisor, la usábamos básicamente para jugar video juegos, aunque yo había aprendido a programar Logo a los 6 años.

¿Qué marcó este primer contacto con Internet en tu vida?

La vida son unos puntos que en algún momento se van uniendo. Hay muchas cosas que me gustan de ser parte de mi generación, una de ellas es de haber vivido el cambio, pasamos de hablar por teléfono con un aparato que estaba en tu casa anclado a estar conectados 24/7.

Este punto de conocer el Internet antes que nadie uniría varias historias de Claudia, ya verás porqué.

¿Cuál fue tu primer trabajo?

Al salir de la Universidad había firmado un convenio con Clarín, uno de los diarios más grandes de Argentina. Entré a trabajar allí durante la crisis económica que hubo en el país en 2001. Yo trabajaba para el suplemento que cubría el Gran Buenos Aires. A mis 22 años tenía que realizar el cubrimiento de sucesos muy difíciles, salía con los fotógrafos usando máscara de gas.

¿Y tu primer trabajo en una agencia en temas digitales?

Luego de esa pasantía que tuve en El Clarín, me sentí frustrada de no continuar allí, pero te digo hoy que me hicieron un gran favor. Cuando salí del Clarín en medio de la crisis de Argentina, una de las más terribles de la vida moderna, no tenía trabajo. Uno de los coordinadores de la agencia de noticias me dice que una agencia de relaciones públicas estaba buscando a alguien para su equipo de monitoreo de medios. Yo no tenía ni idea de que era eso, pero necesitaba trabajar y ahí fue en dónde entré a Burson -Marsteller, allí trabajé 7 años.

En ese trabajo se unieron los puntos de una manera muy aleatoria, allí teníamos un tablero donde colgábamos fotos y dibujos, donde muchas veces hacíamos chistes sobre los clientes, yo para ese entonces, te hablo de 2003, tenía de forma personal un blog. Para mi viniendo de los medios tener un blog era como tener un medio propio donde podía decir lo que quería, publicar cuando quería, para mi era maravilloso, pero era algo personal donde contaba cosas muy mías.

Entonces cuando en Burson empezamos a tener esta cartelera yo dije: “chicos esto es un problema, un día va a venir un cliente, va a ver una foto suya y no le va a gustar”. Lo que hicimos fue crear un blog para hacer esos chistes. Ese blog generó un efecto dominó maravilloso, tuve que enseñarle a todos mis compañeros y a personas más senior de la compañía a usar blogspot.

Cuando esto ocurrió, el CEO me preguntó: “¿No te gustaría desarrollar la práctica de comunicación digital?", y yo que para ese entonces solo tenía ese blog, MSN y probablemente ya tenía Facebook, dije que sí.

Lo primero que tuve que hacer en digital fue manejar una crisis de un cliente, y en ese tiempo mi principal tarea era enseñar más que ejecutar, ir a las reuniones, mostrar a los clientes porque esto era importante, porque estaba cambiando, te estoy hablando de 2007, me miraban como si me hubiera bajado de un platillo volador ¿de qué está hablando esta mujer? ¿para qué la trajeron? ¿por qué me hacen perder el tiempo? cosa que me pasó durante muchísimos años.

La independencia profesional, un salto de fe

Luego de trabajar en una agencia digital pequeña, Claudia fue llamada a trabajar en Young & Rubicam, una agencia de publicidad muy prestigiosa en Argentina, para abrir el departamento de Social Media. Ellos en ese entonces estaban enfocados en comunicación offline pero entendían muy bien lo que se venía con la comunicación digital.

Allí llegué a un mundo en el que no sabía nada, el mundo de la publicidad. Pero me parecía muy interesante trabajar en lugares en los que nunca te habías imaginado. Estuve en medios de comunicación, agencias de publicidad, agencias de relaciones públicas.

Luego de trabajar dos años a un ritmo vertiginoso, brindé servicios a muchas agencias y clientes. Formé parte de una organización, entré a trabajar a WOBI, en donde tuve mi primera experiencia de trabajo global. Allí me buscó una compañía que se llama IMS, ellos representan empresas como Twitter, en donde estuve trabajando en temas de estrategias, fue un trabajo cercano, codo a codo con personas brillantes y generosas.

Después de 20 años de carrera trabajando en grandes empresas decidí trabajar por mi cuenta. Hace dos años di ese salto de fe. Fue una apuesta a ocuparme de aspectos que antes no estaban bajo mi responsabilidad, pagar mi seguro médico, presentar mis impuestos, buscar los clientes, etc. Trabajando por mi cuenta todo eso se vino para mi lado. Sin embargo mi lógica de vida es que la vida también puede ser un AB Test y en este momento yo estoy en el lado de B de la historia, probando un nuevo camino.

¿Cuáles son los desafíos de trabajar por tu cuenta?

Ufff, yo creo que ante todo tienen que ver con la auto regulación, desarrollar habilidades que antes creías que no ibas a usar.

Para terminar Claudia, ¿qué recomendación final le puedes dar a los estudiantes de Platzi ?

Creo que es muy importante cultivar tu red de contactos, pero no desde “me conecto con alguien porque me vas a servir en la vida”, no, es tender lazos desde el interés y la buena voluntad, desde la humanidad. Las relaciones sociales y los vínculos reales son importantísimos en la vida. Además creo que es muy importante tener un hobbie y es muy importante cuidar tu cuerpo. Yo tengo una banda con mis amigos desde hace 9 años, Nerdrock, esos encuentros con la banda me han ayudado a mantener un equilibrio en mi vida.