Suena a promesa de libro de superación personal, pero no lo es. Quédate, va a valer la pena.
Desde hace más de 1 año me reúno semanalmente con la gente que hace realidad Platzi. Estudiantes, profesores, inversionistas, founders, líderes y cualquier personas del Team Platzi que tiene algo que enseñar y compartir. Es mi pretexto ideal para acercarme a todas personas con las que trabajo pero al mismo tiempo admiro. Este esfuerzo se llama Humans of Platzi y es un podcast semanal donde trato de sacar las historias más enriquecedoras de mis invitados.
Esta semana hablé con Diego De Granda, seguramente no necesita mucha presentación, es uno de los líderes de comunidad en tecnología más reconocidos y por supuesto profesor de Platzi. A Diego lo conocí en un meetup de esos que solía haber durante el mundo pre-covid en Reforma 373. Mentiría si dijera que no impresionó verlo en su silla de ruedas dando una charla magistral con cientos de personas al pendiente de lo que decía. Era como una celebridad en el salón, después confirmaría que es un gran tipo cuando se unió al equipo de Platzi como Foundation Layer (la gente que conoce qué habilidades son demandadas en cada industria y hace cursos sobre eso).

Más allá del gran interés y admiración que despierta en la comunidad de Platzi con sus múltiples cursos, tenía muchas ganas de platicar con Diego pues los pocos meses que compartimos oficinas me despertó muchas dudas. La más importante era cómo conectaba con la gente en el escenario, la segunda cómo construyó una rueda motorizada para convertir su silla de ruedas en un vehículo capaz de moverse por las calles de la Ciudad de México como una motocicleta más.
Después del podcast salí con más dudas que respuestas, pero así son las buenas conversaciones. De las cosas que más me marcaron es cómo Diego implementa una especia de gamificación en sus comunidades, de tal forma en que logra mantener enganchados a sus integrantes de forma constante.
Quienes hayan intentado crear o ser parte de una comunidad saben lo difícil que fomentar estos espacios sin que sean simplemente charla mensuales y ya, sino que de verdad la gente conecte entre si y que aún fuera del auditorio (o del zoom en estos tiempos) la conversación se mantenga. Diego lo que hace es que establece proyectos semestrales que cada meetup van dando un paso hacia adelante. Por supuesto le robaré esa idea.
Otra lección valiosa en este episodio está en cuando Diego me platicó de su accidente y cómo perder la posibilidad de caminar le despertó un sentido hacker que antes no había experimentado a ese nivel.
Una vez que retomó su vida se dio cuenta que no había condiciones para que alguien en silla de ruedas realmente pudiera moverse en la ciudad de forma independiente y funcional. Así que creó Movagain un emprendimiento en donde está construyendo producto para motorizar sillas de ruedas con un sólo accesorio (qué además tiene un logo hermoso). Todo empezó con sus manos y para si mismo, pero hoy, después de ver que funciona y que hay millones de personas con el mismo problema ya lo está expandiendo.
Tener un problema y poder conectar tus manos y mente para construir la solución como lo hizo él es de las cosas que más celoso me ha hecho sentir por no saber programar.
Pero no te voy a contar todo el podcast, porque para eso ya está disponible en Spotify. Ve a escucharlo que de verdad hay mucho que aprenderle a Diego. Si ya lo escuchaste y vienes de allá, te cuento que Diego es profesor de múltiples cursos y que cada uno de ellos es una joya.
Salí con mucha admiración en este episodio y es que De Granda no solo es un gran profesor, también es una inspiración a que si lo que necesitas no existe, entonces te toca inventarlo. Nos escuchamos la próxima semana.
PD. Si te interesaría conocer la historia de algún otro profe de Platzi cuéntame en los comments y te prometo que hago lo posible para que estén en el podcast.
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