Ser autónomo y llegar a tener éxito son dos propósitos bastante difíciles de alcanzar; pero,
¿cómo algunas personas han logrado estos objetivos y, además, prosperar en ambos? He observado e investigado a un gran número de personas para poder reunir los tres factores que muestran cómo se las arreglan para manejar las oportunidades que se les presentan.
1. El tiempo es más valioso que el dinero
En esencia, existen sólo tres cosas que podemos gastar en la vida: el dinero, el tiempo y la energía.
No obstante,
el dinero es el único que puede llegar a ganarse. El resto, a medida que se realiza el proceso, se va perdiendo. Por esta razón, es tan importante ser más conservador con el tiempo que con el dinero. A veces es mucho mejor decir que no.
La mayoría de la gente piensa que para ser productiva debe trabajar miles de horas cada semana; pero los estudios han demostrado que
35 horas son el número esencial. Si estás trabajando sólo este número de horas a la semana, te será difícil hacer tiempo para charlas de oficina o reuniones. Es importante evitar que el tiempo se pierda, por lo que debes aprender a focalizar tus prioridades.
Algunas de las personas que pierden más tiempo son aquellas que toman pedacitos de tu tiempo, que puede parecer insignificante; pero que si lo sumas en su totalidad, se convierte en importante. Algunos quieren tener un montón de reuniones contigo, otros quieren hablar sobre sus eventos y otros simplemente quieren llevarte a tomar algo.
A pesar de que existe un gran valor en ayudar y prestar el tiempo a los demás; no debería ocupar la mayor parte de tu día a día. Es mejor que lo gastes en
actividades importantes que sean significativas para tu propósito en la vida.2. Cuanto más aprendes, más ganas
La educación constante es el sello de calidad de la gente exitosa. Pensar que ya lo sabes todo es una forma segura de caer en el estancamiento y no prosperar en la vida. Sin embargo, mantenerte actualizado y tener en cuenta las diferentes oportunidades que se abren ante ti, puede transformar cómo generas y realizas tus ideas. Piensa simplemente que es la fuente secreta para
seguir siendo competitivo.
El aprendizaje cuenta con muchos beneficios. Te permite adquirir mejores habilidades y ser más productivo; pudiendo solucionar los problemas más complejos a medida que van surgiendo. Esto amplía tu conjunto de habilidades y
te capacita para realizar acciones que antes no eras capaz de asumir.
Las empresas están formadas por competidores constantes, destacar del resto del equipo es fundamental para ganar respeto y reconocimiento. ¿Qué mejor forma de conseguir esto que desarrollando nuevas capacidades?
Un estudio sobre aprendizaje corporativo reveló una alta ejecución en los individuos de compañías en las que no era necesario tener carreras universitarias porque la mayoría de sus trabajos se centraban en el
conocimiento experiencial. Por otra parte, aquellos que estaban más motivados en aprender y adquirir nuevas habilidades, también destacaban de forma regular, a diferencia del resto de sus compañeros.
Podría decirse que la formación educativa te proporciona una vida; pero que la
educación propia te ayuda a construir una fortuna.
3. No puedes tener éxito si no defines el éxito
Es frustrante encontrarte a personas que preguntan cómo alcanzar el éxito sin haber definido previamente el significado de esta palabra por parte de ellos mismos.
El éxito puede ser un montón de cosas. Para algunos podría ser ganar grandes cantidades de dinero o realizar el trabajo de sus sueños. La lista puede ser infinita, todo depende de quién eres como persona y de qué es relevante para ti.
Personalmente, defino el éxito en ser capaz de levantarme por la mañana, ir a dormir por la noche y en medio de ambas acciones, realizar lo que quiera. Es simple, para mí el éxito es tener la libertada y la autonomía para gastar mi tiempo. Por supuesto,
esta definición podría variar a lo largo de la vida y de la edad de cada uno.
Sin embargo,
es importante que cada uno conozca qué es el éxito para sí mismo, de forma específica. Tener éxito es un proceso, y en cada uno de los esfuerzos que te propones realizar, necesitas ser capaz de saber por qué estás haciendo eso en primer lugar. Te proporciona una dirección, y te garantiza no desviarte del objetivo que te has marcado.
Al ser autónomo, tanto el éxito como el fracaso se reducen a ti mismo. No es algo que puedas realizar desde la base hasta la cima, como en los trabajos tradicionales. Desde que comienzas a trabajar para ti mismo, tu éxito depende de tus habilidades y de cómo las implementes. En resumen, está determinado por
tu voluntad y el compromiso de ser productivo con tu tiempo.
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