Cada vez lo oirás más fuerte: el Inbound Marketing es la forma más potente de crecer tu empresa.
Uno de los mayores desafíos a los que se enfrentan hoy en día las empresas, grandes y pequeñas, es la captación y retención de clientes. Nunca antes fue tan fácil emprender, ni tan difícil lograr un crecimiento sostenido en el tiempo.
Ya no alcanza con el enfoque tradicional de captación de clientes a través de inversiones masivas en publicidad con el único objetivo de lograr una venta: este modelo es ineficiente porque no prioriza la fidelización y, por lo tanto, luego de cada venta hay que “empezar de nuevo”.
La metodología inbound, que está en auge, propone poner al cliente en el centro de la ecuación y el enfoque no solo en su captación sino, más importante, en su fidelización.
El Inbound Marketing es un enfoque que prioriza las relaciones entre la empresa y los clientes, con el objetivo de fidelizarlos para que se conviertan en recurrentes y, eventualmente, en promotores. La cuestión que se plantea es lograr que los clientes colaboren con el crecimiento de la empresa.
¿Cómo lograrlo? Proporcionándoles valor: creando contenido de calidad y relevancia, facilitándoles soluciones, posicionando a la empresa como referencia en el sector no solo por la calidad de sus productos sino, también, por la calidad de su comunicación con sus clientes. Así, los clientes pasarán de ser meros compradores, a promotores activos de la empresa.
Te dejo 5 consejos para una estrategia de marketing inbound exitosa:
Según un artículo publicado en la revista Forbes en 2019, el periodo de atención de la gente es de unos ocho segundos (una reducción de cuatro segundos en comparación con los doce segundos medidos en el año 2000).
Esto significa, en otras palabras, que la gente se distrae fácil. Hoy en día la única forma de mantenerse relevante es ser consistente, es decir, crear contenido de calidad y no dejar de hacerlo.
Mejor aún: lo ideal es que la publicación de contenido, sea en un blog o en una o varias redes sociales, sea regular, esquematizada. Que los clientes y los potenciales clientes puedan esperar el contenido nuevo (y, claro, que lo reciban).
Aunque es fundamental, no alcanza con crear contenido consistentemente. El mismo debe ser, a su vez, de calidad. ¿Qué hace a un contenido, un artículo en un blog por ejemplo, de calidad? Una de las formas de aportar valor a clientes y clientes potenciales es proporcionarles soluciones a sus problemas.
Idealmente, claro, la solución de sus problemas guardará alguna relación con la empresa y sus productos; aunque esto no tiene por qué ser siempre así: recordemos que lo fundamental es fidelizar al cliente para que se vuelva recurrente y promotor de la empresa, que comparta estas soluciones y ayude a maximizar el alcance de nuestras estrategias.
Esto, por sí solo, tiene valor suficiente en sí mismo como objetivo de una acción puntual. No debemos olvidar que lo que es bueno para el cliente, es bueno para la empresa.
En esta época de bombardeo masivo de publicidad en todo lo que consumimos, la confianza de los consumidores está puesta mucho más en otros consumidores (especialmente sus familiares, amigos y conocidos) que en las marcas mismas. Por esto, un buen sistema de reseñas y referencias puede ser significativo para crecer nuestra marca.
Las reseñas son opiniones de clientes. Si bien lo tradicional es buscar reseñas en los productos, las mismas también son útiles en el contenido mismo que publicamos como parte de nuestra estrategia de marketing inbound. En redes sociales, cada comentario cuenta y maximiza la visualización del contenido y su efecto no solo por la forma en que funcionan los algoritmos, sino por la validación que le da al contenido mismo.
Para conseguir reseñas lo primero es ofrecer contenido de calidad y valor para el cliente, y luego hacer accesible y atractivo el sistema de reseñas (especialmente cuando se sale del entorno de las redes sociales, donde no tenemos control sobre aspectos visuales y funcionales).
Las referencias son recomendaciones de clientes y se acercan más al boca en boca. Hoy en día la tecnología nos lo hace sumamente fácil para crear programas de referencias que premien a los clientes que atraigan otros clientes.
Son muchas las grandes compañías que utilizan programas de referencias extensivos y logran, así, que sus clientes trabajen para ellas (por nombrar algunas: Amazon, Book Depository y Tesla).
El marketing de interrupción es a lo que estamos acostumbrados. Una de sus formas más tradicionales (y molestas) es esa publicidad televisiva que empieza siempre en el momento culmine de la película, forzando (obligando) al espectador a mirar la publicidad para no perderse el desenlace de la película que está mirando.
Este tipo de estrategia sirve cada vez menos. En contraposición, el inbound marketing busca estar donde sus clientes están.
Limitar la comunicación a un solo canal puede ser un error (seguramente lo es). En cambio, es fundamental entrar a los canales en las que nuestros clientes se desenvuelven cotidianamente y, dentro de esos canales, crear contenido de calidad de forma consistente y regular.
Estos canales son, casi siempre, redes sociales como Instagram, Twitter o TikTok, o plataformas como YouTube o la cada vez más popular, Twitch. A su vez, siempre es recomendable contar con una plataforma propia como complemento, así sea un blog o, mínimamente, una landing page, un espacio completamente propio al que los clientes puedan volver regularmente para seguir consumiendo (y compartiendo) más contenido de calidad.
Por último, evita los atajos. No necesariamente todos, pero sí los que puedan generar un impacto negativo. Un gran ejemplo de este tipo de atajos son los títulos clickbait, títulos (o palabras o frases) que apuntan únicamente a que el cliente cliquee en un enlace.
Sin que el contenido al que apunta el enlace genere ningún valor o siquiera se corresponda con el título en cuestión.
Este tipo de situaciones pueden generar desconfianza y rechazo en el cliente, resultado diametralmente contrario a lo que se busca con una estrategia de inbound marketing.
Al final, todo se remonta al enfoque. El objetivo final de una estrategia de inbound marketing no es solo generar una venta, sino generar un cliente recurrente que ayude, a su vez, a promover la marca y crecer la empresa.
Con eso en mente, es fácil entender que lo que se busca es entablar una relación de mediano o largo plazo con el cliente: lograr que confíen en la empresa no solo como líder en su nicho sino, igual de importante, como un referente de confianza.
Estos son solo algunos consejos de todo lo que aprenderás en el Curso de Inbound Marketing, continúa aprendiendo sobre la creación de contenido relevante para tus clientes actuales y potenciales. ¡Empieza ya!
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Vale la pena compartir
Thank you very much!
que buen post, me encantó porque me ayuda a complementar mi tesis que estoy desarrollando en estos momentos.
Mil gracias Carlos. ¡Suerte en tu tesis!
Interesante
¡Gracias!