Parece mentira que en pleno siglo XXI tengamos que hablar de igualdad de género en un entorno laboral pero más que cierto es necesario. En el último episodio de La Eme Ivannia Murillo, costarricense, sicóloga y CEO, nos contó sobre su trabajo cerrando brechas de género en reclutamiento de talento, deteniendo prácticas excluyentes en el mercado laboral y trazando puentes entre mujeres disruptivas con conciencia de género. Escucha todo lo que nos contó haciendo clic en la imagen:
Si hay un hábito que vale la pena cultivar cuando somos niñas es la pasión por la lectura. Debido al déficit de role models mujeres en nuestra sociedad, resulta alentador descubrir historias y escenarios en donde tenemos un papel predominante o simplemente no está relegado. Está fue la experiencia de Ivannia, la única entre 3 hermanos varones quien desde muy pequeña tuvo que aprender a alzar su voz como mujer para entender años más tarde que eso se traduciría en buscar la equidad de género donde fuera que se encontrara.
Cuando estudias sicología como Ivannia, en la universidad te forman para defender los derechos humanos de todas y todos. Sin embargo, cuando empezó a trabajar en diferentes empresas y tuvo su acercamiento real al mundo laboral se dio cuenta del fenómeno de la inequidad de género y evidenció ciertas prácticas sexistas que estaba dispuesta a erradicar:
Decidir no contratar mujeres en “puestos de hombres” como en la industria mecánica porque “las mujeres no sabemos de carros”.
Contratar “chicas lindas” porque “su imagen ayuda para vender más” o el caso contrario slut-shaming no contratar perfiles al juzgarlas por su apariencia. Cambiar los requerimientos de las vacantes por estas razones promueve estereotipos.
Contratar solo a hombres para posiciones de liderazgo porque “las mujeres son muy blanditas”.
La industria del reclutamiento es tradicionalmente femenina y esto conlleva un montón de estereotipos que las mujeres como Ivannia en posiciones de liderazgo deben cargar. Comentarios como “eres muy dura porque eres mujer” cambia por completo el sentido porque desde el principio viene sesgado, es decir, si fueras hombre no tendría lugar. Esto genera cierta sensación de inseguridad en las mujeres líderes porque finalmente no tienen una opinión objetiva de su labor, sino que están siendo estereotipadas.
Hablando con Ivannia nos dimos cuenta que decidió convertirse en el role model que a ella le hizo falta y que su mensaje principal es que así como ella, seamos más las mujeres disruptivas que tenemos conciencia de género y que desde nuestra posición buscamos apoyarnos mutuamente porque entendemos el camino que hemos tenido que recorrer. No sigamos la voz de revictimizar a las mujeres que son víctimas de cualquier tipo de violencia y al contrario, busquemos ayudar y abrir oportunidades para las demás. Finalmente, me gustaría compartirte un poema escrito por Ivannia que retrata completamente su paso por La Eme:
Hoy levanto mi voz por las que lloramos juntas ante la lluvia incesante.
Por la que me sostiene el cabello y me acaricia con ternura,
por las que hablan en un café de la ciudad de los libros de autoayuda que no ayudan.
Por las que visten tacones que no les permiten correr para protegerse del aguacero
y por aquellas que se mojan sin importar su cabello.
Por las que podemos mostrarnos con la cara abierta al mundo
y por aquellas cuyo cuerpo fue mostrado sin querer.
Por las que miramos con amor a un hombre que nos ama
y por aquellas que no se atreven a mirar.
Hoy mis lágrimas corren
por el cuerpo maltratado,
por la desnudez descubierta,
por la vergüenza inventada,
por el caminar peligroso,
por la voz atemorizante,
por la persecución que no cesa.
Mis dedos no se cansan de temblar
por la confianza violada,
por los tiempos destrozados,
por las risas falsas,
por el compartir incierto,
por el temor inmenso.
Ivannia nos compartió una expresión que concluye lo que ella hace todos los días desde su lugar de trabajo:
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Realmente muy interesante, gracias por el aporte. Yo soy profesora y trabajo dando clases de ciencias en un colegio eclesastico, donde el 80 % son hombres. En mi caso soy una profesora exigente, y me gusta decir las cosas sin muchos tapujos o parafernalia, y por esto me he ganado un monton de llamados de atención, que porque los papas tienen “miedo de hablar conmigo” que porque soy muy dura, pero tengo un compañero exactamente igual a mi, y a él le dicen que es un señor muy serio, pero que les encanta su forma de ser. Me parece tan frustrante que eso ocurra, y que se espere que por ser mujer tengo que ser “dulce”. Espero algun día poder cambiar las cosas.
Hola,
Acabo de terminar de escuchar su podcast!
Las felicito por su programa y extiendo las felicitaciones a la gran invitada y compatriota de este episodio.
Feel so proud!
Keep it up!
Me gustó mucho este capítulo de la Eme.
Sobre las prácticas que deben erradicarse, vivo constantemente la número 1, trabajos que no son para mujeres. Soy autoempleada y me dedico a la reparación de celulares y constantemente los clientes me preguntan ¿Dónde está el técnico que los repara? Refiriéndose a él.
Aún hay mucho por hacer. 💚
I love your thoughts on gender awareness. In each of your podcasts, I learn a few more useful pieces of knowledge. Thank you very much. I look forward to your upcoming podcasts. thank you!
A mi todos estos cursos de igualdad de género me encantan y toda la bibliografía que ponen. Esos casos como el que escuché en el podcast de la chica que había sido violentada por un novio celoso es algo de todos los días. A ella no es la primera que la pasa eso. Eso le pasa todos los días a las mujeres y viceversa a los hombres porque una persona celosa se vuelve potencialmente manipuladora. Yo le he escrito un millón de veces a Platzi que den cursos de arte, música, filosofía, psicología clínica, psicología cognitiva, manualidades, historia del cine, manipulaciones. Ya me metí en una plataforma donde estoy aprendiendo todo esto porque soy abogado y nunca paro de aprender. El nombre de la plataforma no lo voy a poner porque se consideraría spam pero el que busca encuentra. Si alguien que es parte del Team Platzi está leyendo esto, yo le sugeriría que compraran todos esos cursos y nos los enseñen a nosotros. De esta forma ustedes nunca paran de aprender y nosotros tampoco paramos de aprender. Esto es ganar-ganar
Mujeres, conciencia de género
y participación política
Las mujeres latinoamericanas compartimos el testimonio memorioso
de un pasado común en la historia de nuestros pueblos: conquistas, guerras,
colonizaciones, dependencias —¡años de dominación!—, resistencias,
rebeliones, insurgencias, emancipaciones y luchas por la independencia y la
autonomía. Nos asemejamos en que cada día gestamos la historia que vivimos
entre el quehacer y el ritual de lo cotidiano, bajo la impronta de una historia de
doble dominación, dependencia y subordinación entre relaciones de poder y
los efectos perversos de la cultura patriarcal. Mujeres y hombres coexistimos
“cristalizados” en estructuras seculares opresoras como el machismo, el sexismo,
la violencia y la exclusión; y “anclados” a un conjunto de prácticas y relaciones
sociales desiguales entre los sexos, bajo el peso milenario del dogma constituido
por determinismos y esencialismos universales que ya han revelado su desgaste
y finitud ante las mismas sociedades humanas que son complejas, cambiantes,
pluriculturales y diversas. En esta dinámica sociohistórica va emergiendo el
fermento femenino que lleva consigo la inquietud creativa, la intuitiva convicción
¿Cómo podremos vivir juntos varones y mujeres?, si el mismo
mundo que habitamos y en el que coexistimos, está dividido en clases
sociales y en géneros atrapados en desigualdades, oposiciones,
discriminaciones, jerarquías y relaciones de dominación; un mundo
donde, la mujer, es aún objeto de las mayores injusticias, prácticas de
exclusión e inequidades de género? ¿Cómo podremos vivir junt@s, si
nuestras vidas están amenazadas por un mundo cada vez más incierto,
globalizado, devastado e invasivo? Y, cómo podremos vivir junt@s, si
las dos mitades de la experiencia humana, la relación hombre/mujer,
desde el interior de los hogares a la intimidad de los cuerpos, permanece
cruzada tensionalmente por creencias, estereotipos, costumbres, roles,
funciones, representaciones sociales, errores de concepto, modelos.
Comprender y concienciar el género como construcción cultural,
histórica y relacional en nuestra experiencia de vida es clave para el
ejercicio de una práctica política verdaderamente democrática, pues,
para construir y vivir en democracia, resulta imprescindible romper
con las visiones androcéntricas y prácticas sexistas que empobrecen
la condición humana, la condición de persona. La dinámica de tales
cambios implica el compromiso ético de una toma de conciencia
crítica de género, la cual pasa por reconocer/nos varones y mujeres
socializados y adoctrinados por la ideología patriarcal; develar, conocer,
desmantelar, subvertir, deconstruir, transformar el sistema jerarquizado
de los varones en condición de género masculino/dominante y de las
mujeres en condición de género femenino/subordinado.