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2 años
Muy buen artículo
El emprendimiento es sin duda un viaje lleno de cuestiones, retos y crecimiento. La realidad es que cuando emprendemos, ejecutamos una idea y vamos tomando un camino. Dentro del camino, tomamos decisiones, proponemos soluciones a problemáticas que identificamos en el mercado y evaluamos si esto, en realidad, si está mitigando esa cuestión.
Y muchos se preguntan, ¿cómo ejecuto un emprendimiento? El Design Thinking puede ser la solución a diferentes dudas como:
Preguntas que son cotidianas en la vida de cualquier emprendedor y que la única forma de contestarlas es mirando al mercado.
El Design Thinking es una metodología de innovación centrada en el usuario. En otras palabras, centrada en entender las necesidades de un usuario en específico para poder idear y prototipar productos o servicios que permitan resolver esa necesidad. En el Design Thinking en lugar de tomar decisiones basadas en supuestos o datos históricos, tomamos decisiones basadas en lo que el usuario quiere.
Esta metodología te permite identificar y definir una problemática, idear soluciones, construir prototipos, y ponerlos a prueba en el mercado. Es un proceso que nos permite construir nuestro emprendimiento con base en una retroalimentación constante del usuario que vive cierta problemática.
Y cuando hablamos de problemáticas sociales y ambientales, el Design Thinking es una excelente metodología para crear soluciones. Ya sea la escasez de agua, el machismo o el cambio climático, el Design Thinking te invita a que comprendas la problemática antes de proponer una solución.
Si bien, no hay un camino establecido, existen muchas metodologías que nos permiten ejecutar de una mejor manera. Metodologías que nos permiten innovar, crecer, solucionar, y sacarnos de nuestra zona de confort para intentar hacer las cosas de cierta manera. Metodologías como el Design Thinking.
El propósito de un emprendimiento social es resolver una problemática social y ambiental con su producto o servicio, y el propósito de la metodología de Design Thinking es centrarnos en las necesidades del usuario para el desarrollo de servicios o productos.
Si esto es así, entonces podemos ver que la metodología de Design Thinking es un camino para lograr generar soluciones que si o si resuelvan la problemática social y ambiental.
Muchas veces los emprendedores sociales nos dejamos llevar por lo que creemos es la solución. Vamos imponiendo soluciones basadas en estereotipos y prejuicios, y olvidamos que tenemos que comprobar que nuestro servicio o producto si mitiga esa cuestión social o ambiental.
Te pongo un ejemplo sencillo, muchos suponen que la solución al cambio climático es la reforestación. Y si, plantar árboles si captura carbono, pero técnicamente hablando, entre más viejo es un árbol, más carbono captura. Por lo que proteger a los bosques actuales y disminuir la deforestación tiene un mayor impacto que plantar un nuevo árbol. Es así que cuando nosotros encontramos una problemática y la entendemos a mayor profundidad, podemos idear soluciones que la mitiguen.
El Design Thinking te pide que para idear una solución, primero empates emociones para comprender las necesidades, los pensamientos, motivaciones, actitudes y creencias de tus usuarios.
Por otra parte, te pide que te sumerjas tanto hasta que sientas que tu mismo o misma eres ese usuario, hasta que vivas la problemática. Y suena sencillo, pero cuando hablamos de temas sociales y ambientales, empatar emociones es dejarte sentirlo todo:
Cuando empatizamos, logramos sentir cosas y ver la problemática con otros lentes. Con ello, logramos definir de una forma holística los patrones, las causas y síntomas de esa cuestión.
Cuando hemos absorbido toda esa información (que el Design Thinking nos invita a ser creativos, a soñar) empezamos a ver cómo deberían ser las cosas y qué podemos hacer para cambiarlas; en dejar de ser indiferentes y tomar acción al respecto. Y es entonces donde el Design Thinking te invita a pensar fuera de la caja y hacer tus ideas tangibles con un prototipo: una primera versión de tu producto o servicio que te indicará si estás caminando hacia el lugar correcto.
“El lugar correcto” en un emprendimiento es cuando tu producto o servicio si está resolviendo la problemática inicial que identificaste.
Además, el Design Thinking te permite estar en una evaluación constante en dónde diseñas experimentos para validar tu idea y recibir retroalimentación directamente de los usuarios. La idea es que podamos fallar rápido y barato. Entre más experimentos realicemos más fácil será comprender que sí está funcionando y qué es lo que no.
Es así que el Design Thinking te permite aprender, iterar y mejorar tu producto o servicio en el camino sin gastar todo tu tiempo y recursos. Al final, nuestro objetivo es mitigar esa problemática que hemos identificado, y si construimos algo que no lo está logrando, entonces debemos ser capaces de cambiarlo.
En conclusión, cuando utilizamos el Design Thinking en nuestro emprendimiento social logramos idear propuestas que no sean impuestas ante nuestros usuarios. Logramos actuar de manera coherente, a adaptarnos al usuario en lugar de imponer y a buscar múltiples soluciones a una misma problemática. Con el Design Thinking logramos ejecutar sabiendo que nuestra solución si está mitigando esa problemática social o ambiental que nos molesta.
Esta metodología es sin duda un camino exigente, en donde desaprendes creencias para sentir, comprender, actuar, pensar y diseñar productos o servicios fuera de tus prejuicios o estereotipos. Si es un camino para ejecutar tu emprendimiento, pero también es uno para crecer de manera personal.
Si te gustaría aplicar el Design Thinking en tu emprendimiento social, te invito a que tomes el Curso de Design Thinking para Emprendimiento Social conmigo en Platzi dónde usando diversos formatos, lograrás ejecutar tu emprendimiento con base a esta metodología.
