“Los humanos somos los guardianes de la vida en el universo”
“Los humanos somos los guardianes de la vida en el universo” [ENTREVISTA]
MaxPixel
La exploración del espacio y la inminente carrera espacial privada están haciendo que los hombres de ciencia se planteen nuevas preguntas. Si, por ejemplo, antes éstas eran ¿Cómo podemos visitar Marte? Ahora son ¿Deberíamos hacerlo? Estas interrogantes indefectiblemente abren el espacio para nuevas disciplinas como las astrobioética, la ética al momento de buscar vida (o llevarla) en el espacio.
Para entender un poco más sobre este nuevo campo de estudio, N+1 conversó con el Dr. Octavio Chon, filósofo profesor de la Universidad de Lima, Perú y presidente de la Asociación Peruana de Astrobiología – ASPAST, quien hace poco publicó un estudio sobre astrobioética en el International Journal of Astrobiology de la Universidad de Cambridge.
N+1: ¿Qué es, en términos simples, la astrobioética?
Es la disciplina que estudia las implicancias morales y los debates éticos que emergen a partir de la exploración de vida en el universo, con todas sus vertientes, como el hecho de que incluso nosotros mismos nos expandamos en el cosmos.
La astrobioética es una rama de la astrobiología y de la filosofía porque la ética es una disciplina filosófica y que, con la astrobiología se produce un enfoque interdisciplinar que va más allá de las ciencias naturales. Se divide en el aspecto moral, aspecto legal y aspecto social. La astrobiología también abarca una dimensión de las ciencias sociales que es indiscutible en tanto que toca las raíces de una de nuestras incógnitas más importantes como especie: ¿estamos solos en el universo?
No existen respuestas absolutas en astrobioética así como no existen soluciones maestras en el campo de la ética, pero ello no significa que podamos basarnos en un enfoque moral para poder legitimar nuestras acciones en función de determinados fines.
Todo esto debe lograrse en base al consenso y no a la imposición, sino repetiríamos lo que se hace en, por ejemplo, una dictadura, en donde el dictador puede creer que tiene el derecho moral de imponerse sin autocuestionarse.
N+1: ¿Cómo se puede hablar de “ética” en un campo como la astrobiología que aún no se considera una ciencia?
La astrobiología es una ciencia identificada por diferentes agencias espaciales, entre ellas la NASA y la ESA [Agencia Espacial Europea]. Hace poco se publicó un White Paper que busca instaurar las bases para un futuro instituto de astrobiología europeo, y a nivel de posgrado existen varios programas de astrobiología para poder especializarse.
Si bien es cierto la astrobiología nace como un proyecto de investigación a mediados de los años 90’ en la NASA, eso no ha significado que [no] continúe su camino, complejizándose a medida que avanzaba, y constituyéndose posteriormente como la disciplina científica que es. Si lo examinamos epistemológicamente esto se hace más interesante porque se trata de un enfoque de carácter transdisciplinario, y quizá ese es el motivo por el cual a algunos les cueste considerarla como ciencia, porque va más allá de una disciplina en particular.
Ahora imagínese, si una persona ha estado toda su vida acostumbrada a este tipo de enfoque de microsabio, por supuesto que le costará cierto esfuerzo contemplar alguna actividad que haga conectar disciplinas como lo hace la astrobiología. Es en este sentido que la astrobiología así como la astrobioética representan un cambio potencial de paradigma, si queremos llamarlo así, porque basta con contar con una pequeña evidencia - y no solo creer que la hay- de vida marciana para que seamos testigos de cambios sin igual.
La Agencia Espacial Europea recientemente encontró lo que serían depósitos de agua subterranea bajo el casquete polar marciano. De ser ese el caso, las potenciales para encontrar vida aumentarían
Mars Express / ESA
N+1: De acuerdo a su opinión ¿Debería modificarse el tratado de Protección Planetaria y enviar sondas a investigar el agua en Marte (u otros cuerpos), y/o posteriormente colonizar el Planeta Rojo? ¿Terraformarlo, quizás?
La cuestión puede reducirse en lo siguiente: ¿cuál es el mejor momento para empezar a intervenir Marte para que pueda albergar vida? Esto descansa sobre la premisa de que no la hay [vida], sino la problemática moral se agudiza.
De todas formas, no existe forma de estar totalmente seguro de que en ningún rincón de Marte tiene vida. De hecho la balanza ahora estaría por indicar que puede haber debajo de su superficie. La decisión final de hacer que Marte empiece a albergar vida de la Tierra puede yacer en una política, como en la carrera aeroespacial de la guerra fría se competía por quién llegaría primero a la Luna.
En el caso de la Política de Protección Planetaria (PPP), por supuesto que debería cambiar, y de hecho existen eventos que realiza el Cospar –Committee on Space Research- y se debaten este tipo de asuntos, de modo que no es un problema menor sino que ha ido adquiriendo mayor relevancia en tanto las posibles señales de vida en Marte han ido en aumento.
Sin embargo, para darle más prioridad al PPP debería tener un dimensión vinculante porque si un país o la empresa privada por accidente, supongamos, extinguen un tipo de vida que hasta la fecha no se pudo detectar, ¿qué tipo de pena recibiría?
N+1: ¿A qué se refiere cuando dice en su paper que los humanos “tenemos la obligación moral de expandirnos en el universo” y que “somos los guardianes del universo”?
La obligación moral como especie que quiere perpetuarse en el tiempo y en el espacio, considerando y respetando lugares de alta probabilidad de vida extraterrestre. Somos los guardianes de la vida en el universo en tanto que hasta no tener evidencia de otras formas de vida, la que conocemos [la terrestre] es la única que existe. Y si se encuentran otras formas de vida de igual forma seriamos los guardianes de la vida en el universo… de la vida terrestre. Esto sería parte del aspecto moral de la astrobioética.
N+1: ¿Está de acuerdo, entonces, con lo que dice el Prof. Zubrin, presidente de Mars Society qué “no debemos anteponer los derechos de unos hipotéticos microbios marcianos, sobre los de los propios humanos”?
Considero que no debemos asumir una postura radical en este tema. El tema de la astrobioética es más que solo considerar la posible presencia de unos microbios marcianos, es también proteger y conservar lugares que podrían albergar vida en el futuro.
Charles Cockell, por ejemplo, propone que establezcamos lugares protegidos así como en la Tierra tenemos los grandes parques naturales. Y si vamos más allá, proteger lugares históricos como, en el caso de la Luna, la primera pisada del ser humano.
No hay que caer en un reduccionismo biológico, deberíamos orientarnos hacia lo que denomino una posición astrobiocéntrica. Yo le respondería a la frase del Prof. Zubrin que los derechos de los hipotéticos microbios marcianos y los derechos de los propios humanos pueden coexistir.
N+1: Con respecto a nuestra región, Latinoamérica ¿cree que las humanidades (como la filosofía y la psicología) puedan tener un espacio dentro de esta nueva carrera espacial?
Las naciones latinoamericanas todavía no tienen la capacidad para enviar seres humanos al espacio por cuenta propia, es verdad, pero eso no impide que nuestro capital humano pueda colaborar de una u otra forma, como por ejemplo en el caso de las humanidades, la filosofía y la psicología.
No debemos desmerecernos por no contar con la capacidad material o económica. La sociedad civil también puede colaborar desde sus posibilidades. La organización en la que soy presidente, la Asociación Peruana de Astrobiología (ASPAST), organiza y elabora temas astrobiológicos.
Así como nosotros, en otros países latinoamericanos también existen agrupaciones que poco a poco están creciendo y ayudan al desarrollo de la astrobiología en nuestra región.
Victor Román
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