Observar para conocer
Ya estamos listos para arrancar con nuestro proceso de DESIGN THINKING.
La primera etapa es la EMPATÍA, la vamos a conseguir a partir de observar para conocer.
Empatizar siempre implicará no juzgar. Recordar y aceptar que tus percepciones y prejuicios
están ahí y los tienes, no vayas a creer que no. De hecho, uno de los principales errores es
asumir que no tenemos prejuicios, así que antes de empezar tienes que conocerte a ti como
observador.
Te invito que reconozcas tu historia personal, pues ésta va a convivir con la historia que buscas
investigar. Una vez que te conozcas a ti como observador, hay que tener un objetivo claro y
entender que es lo que estamos buscando observar.
Hazte preguntas de aquello que te gustaría responder con la observación, esto te va a servir
a que no te distraigas con observaciones distintas. Déjame ponerte un ejemplo;
estamos en una plaza comercial, es muy diferente lo que yo voy a observar si soy por ejemplo
un diseñador de modas a que si soy un nutriólogo. El nutriólogo seguramente esté revisando
el valor calórico de toda esa comida chatarra que nos comemos en los centros comerciales,
mientras que el diseñador de moda estará revisando dependiendo de la hora del día y con
quien va acompañada la persona, el tipo de outfit que prefiere para visitar estos espacios.
Finalmente, para lanzarte a hacer tu observación tienes que tener muy claro, cuál será el
alcance espacial y temporal de tu observación, considera tus recursos.
Vamos a regresar al ejemplo de la plaza comercial. Si vas a ir tú solo, solamente vas a poder
realizar esa observación desde un punto de vista a la vez, si quieres revisar la evolución de
una persona a través de distintos puntos de la plaza necesitaras más recursos, es decir, más
personas que te ayuden a observar a éstas.
Ocurre lo mismo en la parte temporal ¿cuántos días vas a ir a observar a la plaza? ¿durante
cuántas horas? Todas éstas limitantes de la percepción nos van ayudar a entender hasta
donde podemos realizar nuestras observaciones.
Es momento de que definamos tu plan de observación, recuerda considerar tus recursos y tu
objetivo. Tiene que escucharse más o menos así:
“Voy a ir a x lugar a x hora, por x cantidad de tiempo, cada x días para notar”:
¿qué estás buscando? Eso es lo que tenemos que tener súper claro.
Una vez que tengas esto definido vamos a elegir tu método de observación. Recuerda que
tenemos observación participante o no participante, encubierta o no encubierta. Cada una
de éstas tiene ventajas y desventajas.
Por ejemplo; la observación participante, cuando tu interactúas con las personas puedes
conocer más detalles, el peligro es que cuando las personas interactúen contigo seguramente
van a modificar su comportamiento.
En cambio, en la observación no participante además de no modificar el comportamiento,
permanece sensible como un agente externo a lo que está ocurriendo.
En el caso de la observación encubierta o no encubierta, la observación encubierta
resultará más natural, la gente te tratará como realmente trataría a un desconocido.
En cambio, en la no encubierta quizá llegues más rápido a las respuestas, pero perderás
naturalidad y por tanto detalles de la observación. Sin importar que métodos de observación
escojas es súper importante que siempre documentes.
Recuerda que si tu simplemente llegas y nos quieres platicar lo que observaste no estás
haciendo más que una narración de lo que ocurrió, es decir estas interpretando.
Al final del día las evidencias comunican, trata de registrar imagen, audio, video. Recuerda
que tienes tu celular contigo. En la siguiente clase vamos a comprender el contexto que se
está reflejando en tus observaciones.
