Una cultura organizacional exitosa se alinea con la visión y misión del negocio, y fomenta el crecimiento de la empresa.
Por: Paula Vivas, VP of Human Talent
En el mundo de las startups, la cultura organizacional es un pilar fundamental para el éxito.¿Por qué? Porque la cultura influye directamente en el mindset, el way of work, el vínculo emocional, las relaciones y el desempeño del equipo en una organización.
Sin embargo, los emprendedores a menudo enfrentan el desafío de equilibrar una cultura saludable y que al mismo tiempo impulse el crecimiento del negocio, es decir, que logre resultados.
La cultura de una empresa es más que un conjunto de valores: es el sistema de creencias que conecta las historias, rituales, experiencias y comportamientos que comparten todos los miembros de la organización.
Es fundamental que la cultura de tu empresa esté diseñada para adaptarse y evolucionar con el negocio, asegurando que el equipo tenga las oportunidades necesarias para desarrollarse y crecer.
Para que una cultura sea verdaderamente efectiva, debe equilibrar las necesidades humanas con las del negocio. Esto implica crear un entorno donde los empleados se sientan valorados, seguros e incluidos, y que al mismo tiempo tengan retos para lograr resultados excepcionales.\
En mi experiencia, una cultura exitosa es aquella que no solo se alinea con la visión de los founders y la misión del negocio, sino que fomenta el crecimiento personal y aporta directamente al crecimiento de la compañía.
La cultura organizacional puede parecer abstracta cuando se define únicamente en términos de valores. En Platzi, hemos buscado hacerla visible a través de comportamientos específicos.
Los valores, por su naturaleza, pueden ser interpretados de diversas maneras y están influenciados por nuestras creencias personales. Por eso, es importante identificar y definir los comportamientos específicos que reflejan los valores en el día a día, asegurando que todos en la organización los entiendan y los vivan.
Los líderes son los arquitectos de la cultura. No basta con definirla solo a nivel organización; los founders y directivos deben ser modelos a seguir.
Por lo tanto, hay que aterrizar los comportamientos de cultura en comportamientos de líderazgo: las personas no harán lo que no hagan los líderes.
Esto significa que los directivos deben representar los valores y comportamientos que desean ver en sus equipos, para crear un entorno donde la cultura no solo se declara, sino que es coherente en la práctica.
Conoce: Cómo funciona la cultura de Platzi
En el contexto de una startup, donde la agilidad y la innovación son esenciales, la cultura organizacional necesita estructuras que proporcionen claridad y dirección sin limitar la creatividad. Por eso, es importante establecer criterios y reglas que sirvan como guías, no como restricciones.
Fijar límites claros sobre lo que está permitido y lo que no es crucial para mantener la coherencia y crear un ambiente de trabajo seguro. Algunos ejemplos de las estructuras que tenemos establecidas en Platzi son:
Leer: Cómo definir la cultura de tu startup
Existe una creencia errónea de que una gran cultura automáticamente genera buenos resultados. En realidad, es necesario desafiar a las personas para lograr resultados y desarrollar su potencial. Esto implica establecer expectativas claras de desempeño (qué se espera) y tener managers con la capacidad de gestionar las expectativas de manera madura y directa.
Los líderes deben tomar decisiones difíciles y decirle adiós a las personas que no cumplen con las expectativas. Una cultura sin un enfoque en resultados no es sostenible.
El verdadero desafío para una cultura organizacional exitosa es encontrar el equilibrio entre mantener relaciones saludables de trabajo y lograr resultados.
Priorizar las relaciones sobre los resultados puede llevar a una cultura mediocre, mientras que priorizar los resultados por encima de las relaciones puede crear un ambiente tóxico. El reto día a día, es buscar encontrar el punto óptimo donde se cuida al equipo y se logran los resultados del negocio, asegurando que ambos aspectos se refuercen mutuamente.
Construir y evolucionar una cultura organizacional exitosa es un work in progress. No es suficiente hacer una definición y diseñar una cultura en papel, hay que llevarla a la implementación y vivirla día a día
Necesita coherencia entre lo que se dice y lo que se hace, estructuras que permitan una gestión madura de expectativas que maximicen el potencial del equipo, además de encontrar un buen balance entre mantener relaciones humanas saludables y lograr los resultados del negocio.
Este enfoque no solo impulsa el éxito organizacional, sino que también fortalece el compromiso y la resiliencia de tu equipo.